choques étnicos

Las autoridades de Kirguistán aseguran haber retomado el control de la ciudad de Osh

La Cruz Roja, que ha comenzado a distribuir ayuda humanitaria en la frontera, califica la situación de "crisis inmensa"

MOSCÚ Actualizado: Guardar
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El vicepresidente del Gobierno provisional de Kirguistán, Azimbek Beknazárov, ha declarado que las autoridades han retomado el control de Osh, ciudad en el sur del país, donde el viernes pasado estallaron choques étnicos que han causado al menos 191 muertos, según cifras oficiales.

"La ciudad comienza a trabajar", ha dicho Beknazárov, quien, no obstante, ha admitido que anoche hubo algunos tiroteos en los suburbios de Osh. Pero el Gobierno provisional cuenta con fuerzas suficientes para controlar la situación, ha asegurado. "Ismaíl Isákov (ministro de Defensa en funciones y delegado especial del Gobierno para la zona sur del país) ha pedido que no le enviemos más efectivos", ha añadido.

Hace sólo cinco días, la presidenta interina de Kirguistán, Rosa Otunbáyeva, pidió a Rusia el envío urgente de fuerzas de paz para poner fin la violencia étnica. Sin embargo, Moscú respondió que consideraba el conflicto un "asunto interno" de Kirguistán, aunque se mostró abierta a que la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva estudiase la solicitud de las autoridades kirguises.

Beknazárov ha informado de que la Fiscalía ha incoado 59 procesos penales con motivos de los enfrentamientos entre kirguises y uzbekos. Kirguistán, con una superficie de 198.500 kilómetros cuadrados, tiene un población de 5,3 millones de habitantes, de los cuales cerca del 14% son uzbekos, que residen mayoritariamente en el suroeste del país, la región sacudida por la ola de violencia.

Tiendas y medicinas

Mientras tanto, el primer avión cargado con ayuda humanitaria del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha aterrizado en la ciudad uzbeka de Andijan, en el este, cerca de la frontera con Kirguistán, adonde han huido al menos 85.000 kirguises de etnia uzbeka. La organización ha señalado que "el alcance de la crisis humanitaria es inmenso".

El avión, con 40 toneladas de galletas enriquecidas, ha sido preparado por un equipo de especialistas del CICR. Este equipo, que incluye un médico, dos expertos en trazado de familiares y un especialista en ayuda, trabajará junto con la Sociedad de la Media Luna Roja de Uzbekistán para asegurar que los suministros se distribuyen de forma rápida y para evaluar las necesidades de los refugiados que han huido de la violencia en Kirguistán.

"La llegada de este cargamento es una de las medidas iniciales en la entrega urgente de la ayuda a las decenas de miles de refugiados que han cruzado la frontera en los últimos días", ha manifestado el director de operaciones para el Este de Asia, Pascale Meige Wagner. Mañana llegará otro cargamento de ayuda humanitaria que incluirá tiendas y kits médicos.

"La tensa calma de las últimas 48 horas nos ha permitido alcanzar las zonas que antes eran totalmente inaccesibles", ha apuntado la directora adjunta del CICR para la misión en Kirguistán, Severine Chappaz. "Hemos visto y escuchado a grupos de desplazados que van desde los cientos hasta las decenas de miles, así que es imposible decir con alguna certeza el número exacto de la gente que se ha visto obligada a huir de sus hogares (...), es una crisis inmensa", ha agregado.

La organización también ha comentado que los médicos están recibiendo informaciones creíbles de violaciones y de palizas. "Esta semana, los médicos del CICR se reunieron con varias jóvenes en una zona cercana a Osh (en el sur de Kirguistán) que afirmaban haber sido violadas. Un ginecólogo que acompañaba al equipo del CICR fue capaz de examinar a una de ellas y confirmó que había sido violada y golpeada", ha proseguido Chappaz.