crisis financiera mundial

Tres muertos en el incendio de un banco atacado por los manifestantes en la huelga general de Atenas

La respuesta masiva a esta cuarta protesta en Grecia mantiene paralizado el país

ATENAS Actualizado: Guardar
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Grecia ha cerrado un nuevo capítulo de su tragedia nacional con violentas protestas en Atenas y otras ciudades contra el plan de austeridad del Gobierno, en las que tres personas han muerto al incendiarse una sucursal bancaria y otras 44 han resultado heridas en choques entre manifestantes y la Policía.

En esta jornada de huelga general, convocada por los sindicatos mayoritarios griegos, la capital fue escenario de los enfrentamientos más violentos, donde fuerzas policiales antidisturbios se emplearon a fondo para dispersar a grupos radicales, pero también a manifestantes más pacíficos furiosos por las severas medidas de austeridad.

Una de las tres personas que murieron en el incendio de una sucursal bancaria en Atenas causado por el lanzamiento de un cóctel molotov era una mujer en estado de gestión y empleada del banco, informa la prensa local a falta del forense. La empleada del banco, cuya identidad no fue facilitada, estaba embarazada de cuatro meses, y pereció de asfixia, al igual que sus compañeros, cuando intentaba escapar de las llamas a una planta superior del edificio situado en el centro de la capital.

Las otras dos víctimas mortales eran un hombre y otra mujer, también empleados del Marfin Eganatia Bank, propiedad del magnate griego Andreas Vgenopulos, considerado como uno de los hombre más ricos del país.

Contra el plan del Gobierno

En los choques entre los manifestantes y las fuerzas antidisturbios resultaron heridos 29 policías y 15 civiles, además se han registrado de cuantiosos daños materiales, sobre todo en Atenas, pero también en las ciudades de Salónica, Patras e Ioanina. Al anochecer, las calles y avenidas del centro de la capital griega por donde transcurrieron las protestas presentaban el aspecto de batalla campal, aunque los barrios turísticos e históricos en torno a la Acrópolis apenas se vieron afectados por los disturbios.

Los griegos reaccionaron furiosos contra el duro plan de austeridad anunciado por el gobierno del primer ministro, Yorgos Papandréu, que comprende recortes salariales, reducción de las pensiones e incrementos impositivos, entre otros sacrificios. El líder socialista ha condenado en un pleno parlamentario la violencia desatada no sólo por grupos radicales, sino también por muchos ciudadanos de a pie, que consideran un engaño el plan de ahorro que pide la clase política a la población.

La rabia de muchos de los manifestantes se cebó en oficinas bancarias y escaparates de las tiendas del centro de la ciudad, automóviles, que sufrieron elevados dañados materiales, al igual que propiedad publica, como bancos y jardines. También hubo casos de pillaje en el conflictivo barrio ateniense de Exarhia, donde en diciembre de 2008 un joven murió por disparos de la Policía, lo que causó una ola de violentas protestas sociales que duraron varias semanas.