La hija del presidente polaco, Lech Kaczynski, y su esposa Maria, Marta (izq), camina junto a su hija Ewa, su esposo Maciej Dubieniecki y su tío Jaroslaw Kaczynski en el cortejo fúnebre que ha partido de la basílica de Santa María en Cracovia./ Efe
un país de luto

Despedida multitudinaria del presidente Kaczynski sin presencia internacional por la nube volcánica

Al igual que ayer en Varsovia, miles de ciudadanos de toda Polonia se concentran en Cracovia para dar su último adiós al presidente

VARSOVIA Actualizado: Guardar
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Decenas de miles de ciudadanos polacos han abarrotado el centro de Cracovia para despedir a su presidente, Lech Kaczynski, y a su esposa Maria, cuya capilla ardiente ha quedado instalada en la Basílica de Santa María de la histórica ciudad a orillas del Vístula. Los féretros de la pareja presidencial llegaban poco después de las 09.00 hora local (07.00 GMT) al aeropuerto de Belice a bordo de un avión de transporte militar CASA, que voló a baja altura para evitar la nube de polvo volcánico procedente de Islandia.

Al igual que sucedió hace una semana en Varsovia, el cortejo fúnebre ha sido escoltado por miles de personas situadas al borde de la carretera y en calles desde el aeropuerto hasta el centro Cracovia, que han lanzado flores a su paso, mientras doblaban las campanas de toda la ciudad a su llegada a la Basílica. Además de Marta, hija única del matrimonio, Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo del presidente, y el primer ministro, Dolnald Tusk, entre los asistentes se encontraba el presidente de Rusia, Dmitri Medvedev, uno de los pocos líderes mundiales que ha podido viajar a esta ciudad.

Desde primeras horas de la mañana y en todos los puntos de la ciudad podía verse numerosos grupos de gente de todas las edades con flores en la mano para acercarse a la Plaza Mayor, donde a las 14.00 horas locales (12.00 GMT) ha comenzado la misa funeral por Kaczynski y su mujer. La ceremonia ha tenido lugar con la ausencia masiva de la mayoría de los estadistas mundiales que habían anunciado su presencia en las exequias. La nube de ceniza volcánica que paraliza el tráfico aéreo en una gran parte de Europa ha hecho suspender su viaje a Cracovia al presidente estadounidense, Barack Obama, pero también a líderes geográficamente más cercanos como el presidente francés, Nicolas Sarkozy, o la canciller alemana, Angela Merkel.

El Rey Don Juan Carlos, el príncipe de Gales o el rey Carlos Gustavo de Suecia forman parte también de la ya larga lista de personalidades que suspendieron su desplazamiento a la localidad del sur de Polonia. En un principio habían comunicado su presencia en los funerales del presidente polaco altas representaciones de 98 países, aunque desde primeras horas de la tarde del sábado comenzaron a sucederse las cancelaciones, empezando por los países mas alejados como Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur, México o la India.

Entierro entre reyes

Como ya ocurrió ayer en la despedida que Varsovia brindó a las 96 víctimas de la tragedia de Smolensk en una ceremonia civil y religiosa, en Cracovia también se han concentrado miles de ciudadanos de toda Polonia para dar su último adiós a su jefe del estado. Tras el funeral, los restos de los Kaczynski han sido trasladados en un cortejo fúnebre hasta el Castillo de Wawel, donde han sido enterrados en una ceremonia restringida a los familiares y a las personalidades más relevantes.

En Wawel ya espera a la pareja presidencial un sarcófago de alabastro turco de color miel, construido por artesanos locales en una carrera contra reloj. Junto a este sarcófago figura una placa con los nombres de todas las víctimas del accidente aéreo en el que, además de Lech Kaczynski y su esposa, perdieron la vida altas personalidades políticas, culturales, sociales y deportivas de Polonia.

La polémica ha rodeado desde el principio la elección del Castillo de Wawel como sede de la tumba del matrimonio Kaczynski, una decisión en la que ha sido determinante la opinión del cardenal de Cracovia, Stanislaw Dziwisz. De hecho, desde que se confirmó esta información, se han sucedido las protestas de cientos de cracovianos, que consideran inaceptable que Lech Kaczynski descanse en un emplazamiento que ha sido tumba de los reyes polacos durante los últimos 500 años y símbolo de la historia de Polonia.