Los expertos rusos y polacos descartan el fallo técnico como posible causa del accidente

Las autoridades rusas han descartado que el accidente aéreo en el que murieron el presidente polaco, Lech Kaczynski, y más de una veintena de altos cargos y políticos polacos, lo provocara un fallo técnico en el avión, y apuntan a un error de los pilotos. "El piloto fue advertido sobre las condiciones meteorológicas adversas, pero decidió efectuar el aterrizaje", afirma el jefe del Comité de Investigación de la Fiscalía, Alexandr Bastríkin Bastríkin, quien subraya que toda la investigación se realiza en estrecha cooperación con especialistas y fiscales polacos.

La Fiscalía informó al primer ministro ruso, Vladímir Putin, de que un primer estudio de las conversaciones entre la tripulación del avión siniestrado y la torre de control demostraba que la nave, un Túpolev-154 de fabricación rusa, no había sufrido ningún fallo. "Desciframos y estudiamos de forma preliminar la grabación -la examinaremos con más detenimiento más tarde en Moscú-, que confirma que no hubo problemas técnicos en la nave". Bastríkin insiste en que lo mismo indican el material procedente de la torre de control que los fiscales obtuvieron el sábado en el aeródromo militar Séverni de Smolensk.

La empresa aeronáutica rusa Aviakor informa a su vez de que la nave del mandatario polaco había pasado una "revisión capital" en sus talleres entre mayo y diciembre del año pasado, y que luego no se recibió "ninguna reclamación" por parte de Varsovia. Su director, Alexéi Gúsev, dijo que para entonces el avión había acumulado 5.004 horas de vuelo y 1.823 aterrizajes, cantidades irrelevantes en un Túpolev-154, pero poco frecuentes para la nave de un jefe de Estado.

¿Órdenes de Kaczynski?

Altos cargos rusos ya dijeron la víspera que los pilotos habían desobedecido primero la sugerencia de la torre de control de desviar el vuelo a otro aeropuerto y luego la orden directa de suspender el peligroso aterrizaje. La Fiscalía anunció inicialmente que estudiaba tres hipótesis del accidente, que tenían que ver con "las condiciones meteorológicas desfavorables, el llamado 'factor humano' y posibles fallos técnicos en los equipos del avión".

Medios polacos y rusos no descartan que los pilotos, que hicieron cuatro intentos de aterrizaje, cumplieran una orden directa de Kaczynski, esperado por miles de personas en el bosque de Katyn para recordar a los cerca de 22.000 de polacos ejecutados por orden de Stalin hace 70 años.

En cuanto a la segunda caja negra, con los parámetros de vuelo y las maniobras del avión, fuentes del ministerio de Transporte ruso dejaron en el aire la posibilidad de estudiarla al señalar que la cinta "se salió de las bobinas, seguramente debido al impacto".

Identificaciones

En el mismo aeródromo Séverni de Smolensk, Putin ha despedido con honores militares el cadáver del presidente de Polonia, cuyo féretro, cubierto con la bandera polaca, fue colocado sobre un pedestal rodeado de efectivos del Ejército de Tierra, la Fuerza Aérea y la Marina de Guerra. Los restos mortales del mandatario, identificados por su hermano gemelo, Jaroslaw Kaczynski, fueron transportados a Varsovia por un avión militar fletado por el Gobierno polaco, mientras que los de la esposa del presidente, María, serán enviados posteriormente a su país.

Los cuerpos de otras 95 víctimas del accidente, en el que además de Kaczynski y su esposa murieron numerosos dirigentes polacos, entre ellos la cúpula militar, a su vez fueron trasladados para su identificación a Moscú. Los forenses ya identificaron los primeros 24 cuerpos, que se encontraban en mejor estado o conservaban la documentación, mientras los demás requerirán pruebas genéticas para comparar su ADN con el de los familiares de las víctimas, que ya empiezan a llegar a Moscú.

Vasili Piskariov, subjefe del Comité de Investigación, dice que "hay muchos fragmentos de cuerpos, por lo que habrá que comparar su ADN con el de sus familiares", pero "los trabajos continúan" y "serán identificadas todas las víctimas". El proceso de identificación se lleva a cabo en la oficina forense central de Moscú, donde ya trabajan 45 expertos más un equipo de 37 jueces de instrucción.