acto tradicional

Zapatero defiende el derecho individual a la «autonomía moral» y a elegir libremente cómo crear una familia

El presidente es el primer español que habla como ponente en el Desayuno Nacional de Oración de EEUU

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha convertido en el primer español que ha hablado como ponente principal en el Desayuno Nacional de Oración, el acto que abre cada año en Washington el curso político y que reúne a representantes de la élite de la política norteamericana e invitados extranjeros. La atención estaba puesta en el discurso del presidente, reconocido laicista, en un acto de marcado carácter religioso. En sus primeras frases, Zapatero ha aludido a Dios y ha citado un pasaje de la Biblia. Ha sido una intervención de trece minutos, en español, que se ha alargado (y se ha hecho algo pesada) por la traducción simultánea.

El presidente ha hecho referencia a la tradición cristiana de España, ha ensalzado la libertad religiosa, ha hablado de la tolerancia, de las diferentes formas de amar y no ha faltado una alusión a la Alianza de Civilizaciones. También ha defendido el derecho individual a la "autonomía moral" y a elegir cómo vivir su propia vida y "cuidar a su entorno familiar". "Hoy mi plegaria quiere reivindicar igualmente el derecho de cada persona en cualquier lugar del mundo a su autonomía moral, a su propia búsqueda del bien (...) reinvidicar la libertad de todos para vivir su propia vida, para vivir con la persona amada y para crear y cuidar a su entorno familiar, mereciendo respeto por ello", ha apuntado Zapatero ante un auditorio de 3.500 personas, entre las que se incluía el presidente de EEUU, Barack Obama, y su esposa Michelle.

El Quijote en el desayuno

Zapatero también ha leído un pasaje de la Biblia, del capítulo 24 del libro del Deuteronomio, para subrayar el valor que aportan los inmigrantes que van a trabajar a un segundo país. "No explotarás al jornalero pobre y necesitado, ya sea uno de tus compatriotas o un extranjero que vive en alguna de las ciudades de tu país". Y ha tenido un recuerdo para las personas que atraviesan en estos momentos dificultades porque están en paro, para las víctimas del terrorismo y para los damnificados por el terremoto en Haití.

Para el final ha dejado su defensa de la libertad de los pueblos con una cita del autor español más vendido y leído en el mundo: Miguel de Cervantes. "La libertad es siempre el fundamento de la esperanza en el futuro. Por la libertad y por la honra -se dice en El Quijote- se puede y debe aventurar la vida, por el contrario el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. La libertad es uno de los más preciosos dones. Que ese don siga iluminando a América y a todos los pueblos de la tierra".

Aunque los actos que rodean el Desayuno Nacional de Oración se prolongan durante varios días, el momento estelar tiene lugar siempre cada primer jueves de febrero, cuando intervienen ante el prestigioso auditorio el presidente de EEUU -así ha sido desde 1953- y el ponente invitado. Obama y Zapatero han coincidido en el Washington Hilton Hotel a las 7.00 horas (13.00 en la España peninsular). No se había preparado una reunión formal bilateral previa ni ha habido oportunidad de charlar antes de que comenzaran los discursos, como se esperaba. El breve encuentro se ha producido después del acto. El mandatario norteamericano ha trasladado a Zapatero su interés en "continuar desarrollando las buenas relaciones" entre los dos países, según ha informado la Casa Blanca.

El discurso de un agnóstico

El contenido del discurso que ha pronunciado Zapatero, y que estaba escrito de su puño y letra, se ha mantenido hasta el último momento en el más absoluto secreto. Teniendo en cuenta el perfil de invitados anteriores, personalidades procedentes de tradiciones políticas, religiosas y culturales diferentes pero fuertemente vinculadas a los valores del diálogo y la integración, Zapatero ha abordado sus ideas sobre la tolerancia y cohabitación entre diversas creencias -en el auditorio había representantes de las diferentes corrientes religiosas-, y ha defendido la cooperación al desarrollo con los países más necesitados.

Más allá del fondo de sus palabras, que ha pronunciado en torno a las 8.30 horas, en España se ha prestado especial atención a si el presidente hacía o no alguna alusión a Dios, ya que él siempre se ha definido como agnóstico, además de ser un firme defensor de la separación entre Iglesia y Estado. Las dudas quedaban despejadas en las primeras frases de Zapatero, cuando justificaba su intervención en español, "la primera lengua en que se rezó al dios del Evangelio en esta tierra".

Tradición desde Eisenhower

El Desayuno Nacional de Oración, aunque hoy es más un acto político donde se pueden hacer contactos, tiene un origen religioso y espiritual. La tradición de celebrarlo se remonta al periodo de la Gran Depresión en la década de los 30, cuando muchos en América perdieron sus trabajos, cayeron en la pobreza y varios hombres de negocios en la ciudad de Seattle decidieron ayudar a sus hermanos congregándoles para compartir un desayuno y hablar sobre Dios. Pronto estos desayunos se extendieron por todo el país y en 1942 llegaron a la Cámara de Representantes y el Senado. Desde 1953, cuando el entonces presidente Dwight D. Eisenhower pidió a un grupo de senadores participar en su desayuno de oración, este acto se convirtió en un acontecimiento nacional que en la actualidad organizan congresistas y senadores de ambos partidos a título particular en colaboración con la organización cristiana 'The Fellowship Foundation', y en contacto con la Casa Blanca, que influye en la elección del ponente principal, ya que comparte atril con el presidente estadounidense.

Las alusiones a Dios y a la religión son algo común en los discursos del ponente invitado, como ha sido el caso del ex primer ministro británico Tony Blair, que el año pasado criticó el extremismo religioso, pero advirtió también del "secularismo agresivo". O el cantante de U2, Bono, quien en 2006 arremetió contra lo que algunos religiosos son capaces de hacer en nombre de Dios y leyó varios pasajes de la Biblia sobre la ayuda al prójimo para subrayar la responsabilidad que la comunidad internacional tiene con África. La ex jefa del Gobierno paquistaní Benazir Bhutto, el rey Abdalá II de Jordania o la madre Teresa de Calcuta han sido otros de los invitados que han pasado en los últimos años por el Desayuno Nacional de Oración, que desde hace casi una década tiene una variante latina que se celebra en junio y en la que también participa el presidente estadounidense.