reforma fiscal

Pagarán IRPF los que cobren más de 20.000 euros y sean despedidos

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En el Ministerio de Hacienda, Cristóbal Montoro y su equipo trabajaban ayer contra reloj para dar los últimos retoques a la reforma fiscal que estudiará hoy el Consejo de Ministros. Pero la intención del Gobierno es explicar hoy las líneas generales y dejar para el lunes la letra pequeña, algo similar a lo que se hace cuando se aprueban los Presupuestos del Estado.

Como avanzó el martes ABC, finalmente el Gobierno ha renunciado a hacer experimentos fiscales y se centrará en revertir la subida de impuestos aprobada al comienzo de la legislatura e incluso ir un poco más allá. Pero no todo serán rebajas tributarias. La reducción de tramos y tipos en el IRPF y el impuesto de Sociedades estará acompañada por la limitación de deducciones y exenciones.

Un coste de 200 millones

Este es el caso de las indemnizaciones por despido. Hasta ahora no pagaban IRPF los finiquitos hasta el límite de lo previsto en la legislación laboral. Es decir, si un trabajador tiene derecho a una indemnización de 45 días por año trabajado, de 33 ó de 20, no paga a Hacienda por las cantidades recibidas siempre que no superaren esos mínimos legales establecidos. Si el trabajador pacta con la empresa una indemnización superior, paga por esa diferencia. Este hecho ha provocado, según fuentes del Ejecutivo, que durante esta crisis indemnizaciones muy elevadas quedaran totalmente exentas de pagar impuestos. De hecho, el coste anual de esta exención es de unos 200 millones de euros.

La reforma limitará la exención de las indemnizaciones por despido a 2.000 euros por año trabajado y eso sí, habrá exención del 100%, y no pagarán nada, aquellos trabajadores con ingresos brutos anuales inferiores a los 20.000 euros, según explicaron a ABC fuentes conocedoras del anteproyecto de ley. Esta medida se aplicará ya a aquellos trabajadores que sean despedidos a partir de enero del próximo año.

Los que se reducen

En el lado de las rebajas, se reducirán los tramos del IRPF de siete a cinco y bajarán los tipos a todos los contribuyentes, tanto los de rentas bajas como los de altas, de manera que entre 2015 y 2016 el tipo máximo quedará situado como máximo en el 45%, y el mínimo por debajo del 24%.

Fuentes del Ejecutivo explican que la subida de impuestos aprobada en 2012 para reducir el déficit público afectó fundamentalmente a las rentas medias y altas. Así, de los 4.851 millones de euros recaudados anualmente con el recargo, el 74% lo han pagado el 12% de los contribuyentes con rentas más altas, todos aquellos que declaran más de 30.000 euros. De acuerdo con estos datos, el IRPF no subió nada para las rentas inferiores a 6.000 euros; pagaron 20 euros más al año los que ganan entre 6.000 y 12.000 euros, 74 los que ingresan entre 12.000 y 21.000 y la cifra se va elevando hasta el alza media de 86.729 euros que soportaron las rentas superiores a 600.000 euros (ver gráfico adjunto).

En el impuesto sobre Sociedades, el tipo nominal bajará del 30 al 25% en dos años, y se suprimirán todas las deducciones salvo la del I+D+i y la que se aplica por la reinversión de los beneficios empresariales.

No subirá el IVA, pese a las peticiones de la Comisión Europea, el Banco de España y otros organismos, salvo para los productos sanitarios afectados por una sentencia del Tribunal de Luxemburgo de enero del pasado año, y tampoco se elevarán los impuestos sobre alcohol, tabaco e hidrocarburos.