infraestructuras

El proyecto faraónico de Málaga se tambalea a pesar del apoyo público

El Muelle Uno del puerto malagueño se ha convertido en un centro comercial en quiebra continua desde su inauguración

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«Hay que huir de los proyectos faraónicos, como el del puerto de Málaga», decía Barra constantemente antes de abandonar la presidencia del Puerto de Cádiz. Por esto saltan las alarmas cuando el actual responsable, José Luis Blanco, adelanta que una delegación técnica y política del puerto de Cádiz visitará las dársenas de Málaga, Alicante y Barcelona «para estudiar los modelos de integración de estos muelles en sus ciudades». Aunque, rápidamente, asegure que no se tomarán los modelos económicos seguidos en ellos como ejemplo para Cádiz, es difícil saber cómo se copiará el diseño sin despilfarrar dinero público.

El actual presidente del puerto de Málaga, el exconsejero Paulino Plata, tiene la difícil encomienda de la Junta de sanear una gestión ruinosa, salpicada de algún escándalo de corrupción. Pero más allá de irregularidades o presuntos delitos, la ejecución de Muelle Uno ha estado marcada desde el principio por la polémica, así como el resto de la gestión del puerto de Málaga.

Las obras se realizaron antes de contar con la licencia municipal, lo que obligó a una modificación a posteriori del plan urbanístico del puerto para legalizarlo; la primera inauguración de la zona comercial resultó fallida porque carecía del permiso de primera ocupación, y la autorización para la apertura fue concedida pese a no contar con la instalación eléctrica.

El Ayuntamiento de Málaga aprobó el pasado miércoles la recepción final de las obras de urbanización ejecutadas por Muelle Uno en el dominio público-municipal, a pesar de admitir que la intervención «está incompleta», dos años después de su inauguración. La recepción de estos suelos por parte del Ayuntamiento lleva aparejada la devolución a la empresa promotora de los 3,1 millones de euros que había depositado como aval para realizar la operación.

En la imagen superior se aprecia el gran cubo de cristal del Muelle Uno que corona el espacio de más de 6. 000 metros cuadrados. Los trabajos de adecuación y de equipamiento del Cubo, contarán con un coste de cinco millones, de los que 2,5 millones se han consignado en el presupuesto municipal para 2014. En este espacio se ubicará el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou de París que abrirá así su primera sede fuera de Francia, con una colección permanente de 70 obras y exposiciones temporales anuales.

Altos vuelos

Pero las instalaciones enormes y muy bonitas del puerto malagueño precisan también de un caro mantenimiento para que tenga sentido la inversión. En esto días, se pide al Ayuntamiento de Málaga que rinda cuentas acerca de los gastos que conllevará la instalación en el Muelle Uno del centro cultural Pompidou, así como de los costes anuales estimados para mantenimiento, personal, transporte, seguridad, entre otros. El acuerdo entre el Ayuntamiento de Málaga y el Centro Nacional de Arte y Cultural Georges Pompidou de París supondrá un gasto anual de un millón de euros para el consistorio sólo por utilizar el nombre y las obras.