Inocentada con los presupuestos

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Las cuentas claras y transparentes. Este principio tan básico entre los consumidores no lo aplicará la Junta de Andalucía en el presupuesto que regulará el desarrollo de la comunidad autónoma durante 2013. La Consejería de Hacienda ha elaborado unas cuentas que engloban una previsión muy general de ingresos y gastos sin entrar al detalle en su reparto. No se especifican las partidas económicas por provincias y, menos aún, las inversiones. Esta presentación de las cuentas regionales impide, por un lado, su control de ejecución y, por otro, saber con exactitud en qué se gasta el dinero. La actitud de la Junta, por segundo año consecutivo, es similar a la de un jefe del taller que te arregla el coche y te pide que firmes una hoja donde solo se especifican los 500 euros de la reparación. Para saber si esa cifra está o no inflada es necesario, esencial más bien, que el mecánico en cuestión detalle el coste de la mano de obra, el valor de las piezas y, sobre todo, el IVA. No vale con presentar solo cifras genéricas. La Junta repite otra vez una estrategia que no convence y lo hace bajo un argumento poco creíble: el presupuesto es un esfuerzo conjunto. El papel que representaron el pasado jueves en Cádiz, Día de Todos los Santos, la consejera de Presidencia, Susana Díaz, y el delegado del Gobierno de la Junta en la provincia, Fernando López Gil, fue un sainete propio de los hermanos Quintero. La consejera repitió los mismos datos que el día anterior esbozó en Sevilla la titular de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo. Por su parte, López Gil, llevaba apuntado en un papel todos esos datos numéricos que tanto nos gusta colocar a los periodistas en las informaciones, pero que, en este caso no venían a cuento. Es decir, López Gil detalló el número de estudiantes que tiene Cádiz, los quirófanos de los hospitales de la provincia, los jóvenes con beca... Sin embargo, se olvidó de apuntar cuánto dinero del presupuesto regional de 2013 recaerá en Cádiz para que todos esos jóvenes a los que aludió puedan seguir estudiando. Las cuentas de la Junta son una declaración de intenciones cuyo impacto escapa del control de los ciudadanos. De esta forma, resulta imposible saber cuánto dinero se destinará al tranvía entre Chiclana y San Fernando o qué asignación tendrá el programa de rehabilitación de viviendas. Algo que ha dejado muy claro la Junta con estas cuentas es que no tiene un euro en el bolsillo y ha elaborado un presupuesto de supervivencia. Susana Díaz trató de explicar lo inexplicable preñando de adjetivos calificativos el presupuesto: solidario, justo, coherente, equilibrado y, sobre todo, de resistencia, ya que garantiza las políticas sociales. Los argumentos de la Junta han chocado de plano con el PP, que pide la retirada de las cuentas, su rectificación y, lo más importante, claridad. El Gobierno de Griñán no puede utilizar el día de los difuntos para gastar una inocentada económica. Es clave saber cuánto nos toca y a qué se destina el dinero público.