escudo antimisiles

Morenés y Panetta firman el miércoles el acuerdo para el despliegue de cuatro destructores de EEUU en Rota

Los ministros de Defensa discuten este martes cómo reducir la creciente brecha entre las capacidades militares de EEUU y las europeas

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El ministro de Defensa, Pedro Morenés, y el secretario de Defensa estadounidense, León Panetta, firmarán el próximo miércoles 10 de octubre en la sede de la OTAN en Bruselas la enmienda de protocolo al Convenio de Defensa bilateral para autorizar el despliegue de cuatro destructores estadounidenses en la base naval de Rota, que formará parte del escudo antimisiles que la Alianza Atlántica acordó poner en marcha en la cumbre de Chicago para hacer frente a la creciente amenaza de ataques con misiles de países como Irán y Corea del Norte.

El Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, previo acuerdo con el PP, anunció el pasado 5 de octubre en Bruselas junto a Panetta el acuerdo para el despliegue en Rota a partir de 2013 de los destructores, dotados con el sistema interceptor de misiles AEGIS, y 1.100 militares estadounidenses, aunque ha sido el Gobierno de Mariano Rajoy el encargado de negociar las condiciones con la Administración de Barack Obama.

Morenés y Panetta firmarán el protocolo de enmienda al Convenio de Defensa bilateral el miércoles 10 a las 14.50 horas, en los márgenes de la reunión informal que los titulares de Defensa aliados mantendrán los próximos 9 y 10 de octubre y después de que el Consejo de Ministros autorizara el viernes pasado su despliegue.

El Gobierno de Rajoy ha asegurado que el principal beneficio del despliegue de los destructores es el refuerzo de la seguridad, pero el acuerdo también puede suponer nuevos contratos de mantenimiento e implicará labores de adaptación de la base, que serán sufragadas por Estados Unidos y la OTAN "en su totalidad" y "sin costes" para España, según explicó el viernes la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría. También apuntó al "activo importante" para "dinamizar el consumo privado y la actividad económica" que supondrá la presencia de los militares y sus familias.

El Gobierno de Zapatero calculó por su parte que la inversión estadounidense en nuevas infraestructuras para sus militares se elevaría a "entre cinco y seis millones de euros", un impacto socioeconómico por el coste de vivir en España de los 1.100 militares y sus familias, de unos 51 millones de euros anuales y otros 8,5 millones al año por la contratación de servicios, incluido de mantenimiento.

Panetta ya anunció en octubre que los destructores "apoyarán los esfuerzos críticos de la OTAN para construir una defensa antimisil eficaz" pero también "harán otras misiones importantes" como participar en los grupos permanentes marítimos de la OTAN, en ejercicios navales, visitas a puertos y otras actividades de cooperación. Asimismo, también "permitirá un apoyo de respuesta rápida" a los mandos militares estadounidenses de África y al mando central "cuando sea necesario".

Los Veintiocho aliados discutirán este martes los progresos para poner en marcha el escudo antimisiles, cuya capacidad operativa inicial confirmaron los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre de Chicago con la puesta en marcha de los primeros elementos del sistema, incluidos dos buques de guerra estadounidenses, un radar interceptor de misiles estadounidense que acoge Turquía y varios misiles Patriot que han ofrecido Países Bajos y Alemania "cuando sean necesarios", según fuentes aliadas, aunque el sistema no estará plenamente operativo hasta 2020. Será operado desde el cuartel general aliado de Rammstein (Alemania).

Otros países como Rumanía y Polonia acogerán misiles interceptores de Estados Unidos a partir de 2015 y 2018 respectivamente. Países Bajos actualizará cuatro sistemas de radares propios para el escudo y Francia podría aportar varios satélites más adelante para el sistema, muy criticado por Rusia, que teme que su capacidad de disuasión se vea minada.

VIGILANCIA TERRESTRE

El escudo antimisiles es uno de los 22 proyectos de desarrollo de capacidades conjuntas, proyectos logísticos, mantenimiento de las capacidades existentes o de entrenamiento --incluido de fuerzas especiales-- acordados en la cumbre de Chicago en el marco de la 'Defensa Inteligente' propuesta por el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, para "hacer más con menos" en el contexto de crisis y cuyos avances analizarán los ministros de Defensa aliados en la reunión ministerial informal.

El otro proyecto estrella de la Alianza es el sistema de vigilancia terrestre (AGS) que se pondrá en marcha entre 2015 y 2017 con base en Sigonella (Italia) e inicialmente con cinco aviones no tripulados 'Global Hawk Block 40' que adquirirán 13 países aliados --Estados Unidos, Alemania, Italia, Luxemburgo, Bulgaria, Rumanía, República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovenia, Eslovaquia y Noruega--. El objetivo es reforzar las capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento después de que en la operación en Libia se demostrara la falta de capacidades en esta área, especialmente entre los europeos. Francia y Reino Unido aportarán sus sistemas Heron TP y Sentinel.

OTROS PROYECTOS

Cada país se ha comprometido a asumir el liderazgo en un proyecto, en el que participará un grupo de países. España, que participará en el escudo antimisiles con Rota y en el sistema de vigilancia terrestre contribuyendo a su financiación común, prevé sumarse a una decena de proyectos multinacionales, entre ellos un proyecto con Portugal para promover la protección de los puertos y otro que dirige Alemania para compartir medios de patrulla marítima aérea con la idea de renovar "a largo plazo" las flotas de manera conjunta, según han avanzado fuentes diplomáticas. En este último proyecto también participan Italia, Luxemburgo y Polonia.

Desde Chicago, otros dos proyectos se han lanzado y diez nuevos esperan ponerse en marcha de aquí a finales de año relacionados con la protección de las fuerzas, la lucha contra los artefactos explosivos improvisados, las ambulancias blindadas y la utilización específica de reservas, entre otros.

Los ministros de Defensa discutirán este martes cómo reducir la "preocupante" brecha entre las capacidades militares de Estados Unidos y los aliados europeos ante el recorte generalizado de los presupuestos de Defensa por la crisis y cómo mejorar la capacidad de planificación de defensa de la OTAN como Alianza para garantizar que cuenta con "los medios necesarios" para llevar a cabo una variedad de misiones en el futuro, según han explicado fuentes aliadas.

Los aliados también analizarán la necesidad de reforzar el entrenamiento y los ejercicios conjuntos de sus fuerzas en el marco de la OTAN -incluido de las fuerzas especiales y la Fuerza de Reacción Rápida de la Alianza- para garantizar que mantienen la interoperabilidad adecuada para llevar a cabo misiones futuras teniendo en cuenta que la misión actual de combate en Afganistán terminará a finales de 2014, según fuentes aliadas.

Los ministros discutirán durante la cena del miércoles cómo utilizar mejor el presupuesto común de la Alianza y la posibilidad de emplearlo para apoyar los proyectos "prioritarios" de capacidades de defensa conjuntas, para financiar ejercicios conjuntos y avanzar en la estandarización de los equipos, según han avanzado fuentes aliadas.