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El relevo

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Los socialistas gaditanos se enfrentan a un cambio generacional en la dirección del partido que viene precedido de una lucha interna por conquistar los primeros puestos del poder. Veremos las mismas caras, pero más jóvenes, aunque esto último aún está por ver. La salida de la Diputación del secretario provincial del PSOE, Francisco González Cabaña, después de 17 años ha dejado abierta la puerta del relevo, sin embargo, las diferencias entre pizarristas y renovadores presagian un cambio traumático en el seno de la organización y una transición plagada de zancadillas. Está claro que el sector oficialista o pizarrista, que ha gobernado la Ejecutiva del partido durante décadas, va perdiendo fuerza y ya empiezan las primeras huidas hacia un lugar seguro. Es el caso del exalcalde de Chiclana y diputado provincial, José María Román, que se ha aliado con los renovadores a cambio de una buena nómina, unos 3.400 euros, en la Diputación como portavoz adjunto. Su voto fue clave para que la corriente renovadora se impusiera a la oficialista y aupara a la alcaldesa de Sanlúcar, Irene García, a la portavocía del grupo en sustitución de Cabaña. Una vez que se ha conseguido el poder ha llegado el reparto de funciones. Así, oficialistas como Pérez Peralta, Olga González y Alfonso Moscoso han cedido terreno en favor de los renovadores, comprobando que Irene García asume ahora un cargo especial dentro del grupo. Será la presidenta, lo que permitirá a José María Román ser el portavoz y poder cobrar por ello. Irene no percibirá salario de Diputación y mantendrá su sueldo como alcaldesa. Se trata de un pacto tácito que beneficia a Román y, al mismo tiempo, da estabilidad a los renovadores en Diputación.

Son las mismas caras, pero con otro perfil. La renovación de un partido no pasa por situar en los puestos clave a dirigentes de otro tiempo y signo que, ante las vacas flacas, cambian de bando y tocan lo que otros quieren oír.

Ha comenzado la desbandada en la organización hacia posiciones más seguras de cara al Congreso Provincial que celebrará el PSOE a mediados de julio y del que saldrá la nueva Ejecutiva. La asamblea local que celebró el partido en Cádiz el pasado miércoles fue una jaula de grillos, donde Emilio Aragón, exgerente del Consorcio del Doce, irrumpió en escena con una lista renovadora que, en un primer momento, iba a encabezar Natalia Álvarez y Luciano Albarrán, este último, cargo de confianza de Pérez Peralta durante los últimos cuatro años en Diputación. Es decir, que ha sido oficialista mientras ha tenido teta. Pero el problema más importante para el relevo se plantea en la secretaría provincial. La crisis también ha estallado en el seno del sector renovador donde los más veteranos están imponiendo sus tesis sobre los más jóvenes. Irene García se ha postulado ya abiertamente para dirigir el partido, sin embargo, le ha salido un competidor en su misma fila. Se trata de Manuel Jiménez Barrios, que en los corrillos asegura que esta dualidad por la secretaría tendrá un arreglo amistoso entre los renovadores. Ya los veremos.