Gibraltar ‘is different’

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A pesar de tantos años de propaganda, resulta muy difícil no sentir simpatía por este joven político, como por su pequeño país, como tal él lo considera, que ofrece una tan singular mezcla de culturas, de razas, de idiomas, en tan pocos kilómetros cuadrados. El gibraltareño es él mismo, un poco de aquí y otro de allá, como lo es su mezcla natural de idiomas, ese inglés sui géneris y el andaluz también más singular que se habla en toda Andalucía. Como esa Main Street en la que se venden trajes de gitana y camisetas del Barça, junto con alcohol, tabaco, perfumes más baratos y unas cremas para el dolor de articulaciones que, por lo visto, todo el mundo lleva; donde el olor de ‘fish and chips’ a mediodía convive con pubs y bares de tapas.

Fabian Picardo es un joven abogado de 40 años que tomó el testigo del histórico Joe Bossano y ha llegado a ministro principal tras una larga trayectoria política. Estudió en el Peñón primaria y secundaria, derecho en Oxford y al licenciarse volvió para ejercer en la Roca. Llegó a ser socio del bufete Hassan.

Está casado y a punto de ser padre. Una de sus abuelas era española, republicana exiliada tras la guerra civil. Cuando Clive Golt, su jefe de Prensa, un veterano periodista que ha ejercido también en España, me ofreció la cita, no lo dudé. A fin de cuentas, es como un viaje a otro mundo, a una hora y media de casa.