Jerez

La plantilla de Urbanos Amarillos aplaza la huelga «para no fastidiar a comerciantes y ciudadanos»

A pesar de que no ha habido acuerdo en el Sercla, el comité dará 13 días de margen a la empresa

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La reunión celebrada esta mañana en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla) no ha servido para que las partes personadas en el conflicto de Urbanos Amarillos acerquen posturas. La plantilla, de momento, seguirá sin cobrar, pero lo novedoso del asunto es que a pesar de ello la huelga prevista a partir de mañana se ha aplazado al próximo 16 de enero. La razón no es otra que un gesto de generosidad por parte del personal, como lo expresaba el portavoz del comité de empresa, Ángel Morales, que ha decidido «no fastidiar a comerciantes y ciudadanos durante estas fechas, porque no se lo merecen». De esta forma, los conductores esperarán a que terminen las navidades y, de paso, otorgarán otro margen de confianza de 13 días a la dirección para que les abone las tres nóminas y los atrasos pendientes.

«La situación es exactamente la misma, pero hemos optado por no ir a la huelga de momento, aunque creemos que tanto la empresa como el Ayuntamiento podían haber buscado ya el dinero para pagarnos». Así las cosas, de no producirse el abono los paros comenzarán el 16 de manera indefinida durante cuatro horas diarias, de tal forma que los días pares la actividad se paralizará de 10.00 a 12.00 y de 18.00 a 20.00 horas, mientras que los impares se hará lo propio de 9.00 a 11.00 y de 19.00 a 21.00 horas. «Lo que hemos hecho es mostrar flexibilidad, pese al que el panorama es muy negro. A ver si durante estos días se materializa el acuerdo entre Ayuntamiento y Diputación y se cuenta con algo más de liquidez. Los trabajadores no deberíamos pagar las consecuencias de la mala relación entre el Consistorio y la empresa».

Según Morales, en este último punto radica el quid de la cuestión más que en la imposibilidad real de hacer frente a las nóminas; a juicio de los profesionales, Urbanos Amarillos se escuda en que la administración local no les paga para no abonar ellos lo debido, cuando sí pueden conseguir los fondos para hacerlo. Con esta estrategia, lo que perseguiría la dirección sería presionar al Ayuntamiento para que la subvención correspondiente se pague de forma mensual y no anual, como se está haciendo hasta el momento. «Con esta actitud, la empresa cierra el grifo y nos utiliza a los trabajadores», se lamentan.

Con la decisión de retrasar la huelga, no obstante, confían en que cambie su imagen de cara a la ciudadanía y dejen de ser «los malos de la película», aunque recuerdan a todos los jerezanos que en cada uno de sus hogares siguen faltando tres nóminas.