«Soy más de barrio que un ambulatorio»

– No me creo que le siga gustando limpiar el pescado, con el olor que deja...

– No me gustaba cuando era pescadero, pero ahora me encanta el olor que desprende. Y nunca me limpian el pescado.

– ¿Le intentan dar gato por liebre?

– En la carnicería y en la frutería posiblemente me puedan engañar, pero en la pescadería tienen que ser muy listos.

– Ha interpretado todo tipo de personajes, pero se echa uno en falta. ¿Para cuándo un galán?

– (Risas). Eso está complicado a no ser que de repente me operara y me pusiese otra cara. Sí es cierto que con el paso de los años voy ganando, me veo mucho más atractivo y me lo comenta la gente. Pero de ahí a hacer un galán...

– Dicen que la tele y el cine son para guapos...

– ¡Pues entonces conmigo se han tenido que equivocar! (risas). Considero que al final el talento está por encima de todo.

– ¿Alguien le ha preguntado cuál es su enchufe?

– Mi enchufe es el de la luz (risas). Mi enchufe ha sido mi constancia, paciencia, esfuerzo...

– Después de Casillas dicen que es el mejor portero de España...

– Espero que nadie tenga en su comunidad un portero como el que interpretaba. Eso sí, se lo iban a pasar bien. Pero creo que Iker es mucho mejor portero.

– Pero usted de fútbol nada.

– Nada. El cine está consiguiendo que me guste el fútbol. Hace poco hice lo que nunca pensé que haría: me vi solo en mi casa el último partido Real Madrid-Barça.

– ¿Ejerce de andaluz gracioso?

– No, y aparte lo detesto. Mi agrada muchísimo un andaluz con arte, pero que haga apología de ello me da mucho repelús.

– ¿Y de señorito andaluz?

– Soy más de barrio que un ambulatorio (risas). Si tuviera que hacer de señorito andaluz creo que lo haría muy bien porque a nadie le amarga vivir bien.

– Pero sí baila flamenco...

– Tengo arte, no soy Farruquito, pero sí que bailo sevillanas. De hecho, fui yo quien le enseñó a Salma Hayek rodando la última película de Álex de la Iglesia.

– ¿Y cómo va su inglés?

– Mi inglés fatal, porque soy del bachiller de francés. Con lo cual practico el francés muy bien, pero el inglés no. ¡Cómo suena eso! (risas). Incluso para ligar prefiero el francés (risas).

– Pues su vida en Hollywood ya hubiera tenido película...

– Me encantaría que lo hicieran.

– Con la risa que provoca es difícil imaginarse que es un llorón.

– Soy llorón hasta el punto de leer el periódico y entristecerme. Si durante mi adolescencia me daba mucha rabia, hoy presumo de ser un llorón.

– ¿La noche le confunde?

– No es la noche lo que me confunde, sino lo que me tomo (risas). Como tengo este espíritu, y encima me conservo de puta madre, cuando salgo me envalentono, no me acuerdo de que tengo 46 años y luego me tiro en casa cuatro días recuperándome.

– ¿Ha dejado muchos corazones partíos?

– Siempre me lo han partido a mí más que partirlos yo. Sirvo más para que me lo partan. En el amor soy bastante gilipollas.

– Pero llegó a ligar en un psiquiátrico...

– Sí, la pobre chiquilla me hizo hasta una poesía preciosa.

– ¿Le ha declarado ya su amor a Ana Belén?

– No hacía falta que se lo declarara, porque más que seguimiento fue todo un acoso. Fue un amor de adolescencia.

– Los perros de Alexander McQueen heredarán 57.000 euros, ¿ha puesto a Woody en su testamento?

– No, porque espero durar más que él, pero nunca se sabe. Eso sí, quiero a mi perro muchísimo más que a muchos familiares.

– Si escucha ‘Un poquito de por favor’, ¿dónde se mete?

– Donde me meto yo no, dónde me gustaría meter al que lo dice.

– ¡Pues no vea con tanta repetición en la TDT!

– ¿Por qué no meten fuego al archivo de Antena 3? ¡Qué pesadilla! (risas). Yo sé que la gente lo dice con mucho cariño, pero...

– ¿Tiene todo el pescado vendido?

– Me queda mucho pescado por vender y nunca se sabe si literalmente (risas).