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Niegan la entrada a personas discapacitadas en un bar de copas

El propietario del establecimiento argumentó que estos clientes «desentonaban con la estética del local»

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«Era el sábado 8 de julio, una noche de verano impresionante, en una localidad magnífica “Chipiona”, un grupo de 21 personas con discapacidad física y orgánica y monitores que disfruta del paseo marítimo deciden tomar algo en la terraza de un Pub magnífico llamado “PICOCO” y “que tiene sus puertas abiertas al público”, tal y como lo especifica su licencia de apertura expedida por el Excelentísimo Ayuntamiento de la ciudad». Así comenzaba la historia que han relatado los afectados por el suceso del pasado fin de semana en la localidad gaditana de Chipiona, un suceso, que no han dudado en denunciar ante la opinión pública.

Según cuentan los propios testigos, dos monitores de Fegadi (Fundación Gaditana de Personas con Discapacidad Física) se acercaron a uno de los camareros del local, para preguntarle cómo podían acceder a la terraza que se encontraba en el piso superior. El empleado les comentó que iba a «preguntarle al jefe» si existía «la posibilidad de atendernos». Fue entonces cuando comenzaron los problemas.

A su vuelta, el empleado les comentó que «él es un trabajador que sólo cumple órdenes de su jefe», quien le acababa de decir que no era adecuado que estos usuarios entrasen porque el sábado el local se llena e íban a ocuparle mucho espacio. Numerosos miembros de Fegadi observaron que la terraza que posee el establecimiento, de más de 500 m2, se encontraba vacía en ese momento.

Otros testigos del incidente aseguraron que el primer argumento esgrimido por los responsables del local 'Picoco' fue vetar a estas personas porque «desentonaban con la estética del local», un hecho que los afectados calificaron como discriminatorio.

Los miembros pertenecientes a Fegadi denuncian los hechos y destacan que según la normativa vigente, no es posible «utilizar» el derecho de admisión para restringir el acceso de manera arbitraria o discriminatoria, ya que la ley sólo pretende « impedir el acceso de personas que se comporten de manera violenta, que puedan producir molestias al público o alterar el normal desarrollo del espectáculo o actividad».

Posteriormente, y tras una breve discusión con los responsables del establecimiento, se les ofreció la posibilidad de acceder a la pista de baile en la parte baja del local, una situación con la que los miembros de la fundación se sintieron que estaban « escondidos» del resto del público, asegurándoles que la platafoma elevadora para bajar a la discoteca estaba «averiada».

La Federación Gaditana de Personas con Discapacidad Física aseguran que los acontecimientos son «intolerables», y hacen un llamamiento para que «las autoridades públicas velen por la accesibilidad de todos los locales que tengan la licencia de apertura y para que los dueños de los locales sepan de una vez que las personas con discapacidad son dignas de ser ciudadanos como el resto. Estamos en el siglo XXI y ya es hora de que se cumplan los derechos de la ciudadanía en igualdad».