Los caseteros garantizan en Feria unos precios «acordes con las circunstancias»

A pesar de la difícil situación económica por la que atraviesan los ciudadanos, el jerezano no renuncia a su Feria y permanece fiel al evento fiestero por excelencia. Eso sí, donde antes circulaban platos de langostinos y jamón ibérico ahora se multiplican los montaditos y la tortilla de patatas. Los caseteros, conscientes de las restricciones que se han autoimpuesto los feriantes han decidido mantener unos precios «acordes con las circunstancias» actuales. Así lo confirmó esta mañana el presidente de la Asociación de Caseteros, Abraham Granadinos, durante la firma de un convenio rubricado entre el colectivo que representa, la Unión de Casetas, la Unión de Consumidores de la Provincia, la federación de asociaciones vecinales Solidaridad y la Asociación de la Prensa de Jerez. «Ahora la tendencia es irse a unos platos más módicos –explicó–, pero el jerezano sigue viniendo y puede entrar en todas las casetas, que es uno de los grandes atractivos de nuestra Feria».

En esta línea, garantizó que los precios serán prácticamente idénticos a los del pasado año, algo que agradeció el presidente de Solidaridad, Sebastián Peña. «Los vecinos lo que quieren son precios asequibles para que todos puedan disfrutar en la medida de sus posibilidades», abundó. Una de las preocupaciones en las que coincidieron todos los firmantes del convenio es la incertidumbre con respecto al conflicto de Urbanos Amarillos y la posibilidad de que los conductores protagonicen otra huelga como en años anteriores. Por ello, hicieron un llamamiento a las partes y en especial al Ayuntamiento, con la esperanza de que pueda mediar y abone la cantidad necesaria para frenar la protesta y garantizar el pago de las nóminas.

«Una de nuestras recomendaciones más importantes es que el usuario utilice el transporte público –declaró Miguel Ángel Ruiz, presidente de la Unión de Consumidores–. Y si no hay autobuses, el tráfico se complica y también se hace más difícil que el que beba deje aparcado el coche. Además, hay que pensar en las personas mayores y en los que carecen de vehículo propio... Esperemos que no tengamos que lamentar una huelga». «Estamos con las carnes abiertas –añadió el representante vecinal–, pero confiamos en que los conductores harán un esfuerzo». Continuando con lel área de movilidad, Peña también criticó el bando municipal que permite aparcar en aceras durante los grandes eventos, recordando que son muchos los peatones, padres con carritos y discapacitados a los que perjudicará esto, interpretado como «el todo vale». Por ello, pidió que el Ayuntamiento habilite terrenos en el extrarradio para que los ciudadanos puedan aparcar sus vehículos y se les dote de autobuses lanzaderas que conecten con el recinto ferial.

A pesar de que todos los presentes describieron la Feria como un evento tranquilo y sin incidencias, resaltaron la necesidad de que se establezca un control férreo sobre la venta de bebidas alcohólicas a menores y se aumente la seguridad en la zona del botellón, así como la supervisión de los vendedores ambulantes cuyos artículos, en ocasiones de dudosas calidad, pueden causar «no solo perjuicios económicos sino también de salud», como advirtieron desde la Unión de Consumidores.