pan y circo

Arrivederçi, Ettore

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Os dejo a un paso de la Final Four, segundos en la Liga y subcampeones de la Copa del Rey, buena suerte y adiós», dicen que fueron las últimas palabras de Ettore Messina a los jugadores del Rea Madrid. Tras el último lamentable espectáculo de desgana y desconcierto del equipo, el entrenador italiano habló con Jorge Valdano y el director general de baloncesto del equipo, Juan Carlos Sánchez, y les comunicó que dimitía de manera irrevocable, por lo que se marchaba sin percibir ni un sólo euro, un gesto valiente por su parte, porque renuncia a muchísimo dinero que posiblemente usted y yo no estamos en condiciones de rechazar.

En la rueda de prensa que ofreció antes de huir de España, se mostró conciliador. No tenía porqué serlo porque no le debía nada al Real Madrid, y viceversa. Podría haber dicho lo que quisiera, pero se calló. En cambio a las 24 horas de llegar a su Italia pegó su primera rajada, lo cual muestra la cobardía de este entrenador que ha tenido un problema grande desde que llegó: no haber calibrado la dimensión del Real Madrid. Se podía haber ido como una víctima del vestuario, con el que nunca tuvo feeling, pero irse rajando de la prensa y entorno del club le definen como profesional del deporte. Tuvo varios intentos de abandono porque a pesar de tener 20 años de trayectoria no ha sabido manejar la situación.

En cualquier caso Messina no es el único problema del club blanco en la sección de baloncesto. El principal problema es la estructura arcaica que tiene a Florentino Pérez en lo más alto de la pirámide y en medio un gran vacío que retrasa fichajes y decisiones importantes. El Baskonia y el FC Barcelona tienen una mejor estructura, además de más presupuesto, y por eso están a años luz. En dos años, dos directores deportivos diferentes, pero a los aficionados blancos se nos venderá la moto a final de temporada que se ha llegado a la Final Four, a la Final de la Copa del Rey, que se ha sido segundos en liga como si eso fuera un éxito.