tenerife 2 - xerez cd 1

La peor racha azulina

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El partido tenía todos los argumentos para ser el perfecto candidato a convertirse en la tercera derrota de los azulinos, y por tanto, que llegara la peor racha de unos xerecistas que hasta la fecha nunca habían encadenado tres derrotas consecutivas. Ayer lo hicieron porque regalaron toda la primera parte y cuando despertaron llegó el segundo gol que hizo imposible la remontada de unos xerecistas que hoy tendrán que estar pendientes a ver cómo termina la jornada para ver si continúan una semana más en la zona de ‘play off’.

Solo el brillo que dan los puestos altos de la clasificación hizo que el Tenerife saliera al Heliodoro con cierto respeto a un Xerez que aprovechó la situación para inflar el pecho y plantarse bien sobre el verde del terreno de juego tinerfeño. El escenario duro un cuarto de hora y Capi intentó sacarle partido dejando algunas pinceladas de calidad y poco más. Los destellos del sevillano no sirvieron para que el Deportivo se acercara a la portería de Aragoneses. Y no fue lo más grave. Lo peor es que fueron los errores propios los que permitieron al Tenerife dar un paso al frente y buscar sin miedo la portería azulina. Dos errores en la zona ancha –uno de Bruno Herrero y otro de Cordero– impulsaron a los locales. Los dos fallos se produjeron en la zona de creación; el primero de ellos –de Cordero– acabó con un tiro al palo de Julio Álvarez; el segundo –de Bruno– no acabó tan cerca de la portería de Chema, pero el jerezano se vio obligado a provocar una tarjeta amarilla para que la cosa no fuera a mayores.

Para entonces, el crono ya había superado la media hora de partido y el Tenerife era dueño y señor del balón, había metido al Xerez en su campo, entraba con mucha velocidad y poca oposición del centro del campo jerezano. Además, en los primeros minutos dieron algún sustito a balón parado que se terminaron de consumar al filo del 40’. Julio Álvarez fue el encargado de poner en movimiento todas las jugadas de estrategia. En el minuto cinco buscó el gol directo con un lanzamiento muy cerrado desde la esquina. En el 39’ hizo lo contrario. La abrió hasta el corazón del área donde Pablo Sicilia la empaló sin que el cuero tocara el piso. El balón salió cruzado y tocó el lateral de la red justo después de cruzar la línea de gol. El central trasladó al marcador la superioridad que se estaba viendo sobre el campo, pues los de Javi López apenas habían creado peligro, no habían realizado ningún lanzamiento a puerta y habían dejado la verticalidad en el vestuario. Mario Bermejo solo cató la bola en la primera parte con lanzamientos largos; Capi se movió con libertad pero no encontró socio alguno; Óscar Díaz trató de hacer la guerra por su cuenta y al tierno Pablo Redondo aún se le sigue esperando.

El Xerez solo se pudo meter en el partido en la segunda parte con un libre indirecto de Óscar Díaz que Aragoneses tuvo que despejar a saque de esquina. El lanzamiento fue tan lejano como potente, pero tuvo mucho peligro y sirvió para que los xerecistas espabilaran y dejarán atrás el ‘pajarón’ con el que habían iniciado el duelo. Pero cuando el Deportivo crecía de menos a más apareció Bermejo para agarrar a Luna y realizar un penalti que permitió que los de Tapia aumentaran la ventaja en el marcador. Hidalgo materializó sin problemas.

No bajó los brazos

Pese a la contundencia del marcador, el Xerez no se rindió. Y mucha culpa de ello la tuvo el rápido gol de Cordero, que sirvió para que los de Javi López no bajaran los brazos. Solo habían pasado dos minutos desde que Hidalgo había logrado el segundo cuando Juan Luis Redondo la puso desde la derecha y Cordero la rozó lo justo para superar por alto a Aragoneses.

Ese tanto sí que fue todo un mazazo para un Tenerife que se preparó para sufrir muchísimo en los últimos minutos. El partido entró en la loca velocidad que en ese momento le venía bien al Xerez y había ocasiones en las dos porterías. La mejor la tuvo Raúl Llorente que sorprendió en una incorporación al ataque, piso área, pero no fue capaz de transformar ante Aragoneses. Al lateral se le vieron las carencias ofensivas, demostró que tiene poco de ‘killer’ de área y mandó suavemente el esférico a las manos del meta del cuadro canario. Allí acabó todo.