Ciudadanos

Leyendas y mitos de una provincia

Cádiz está llena de historias que guardan el misterio de saber si fueron reales o bonitas mentiras

Cádiz Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuenta la leyenda. Ese es uno de los principios más recurrido para llamar la atención sobre una historia de la que se desconoce su autenticidad. Sin embargo, que sea verdad o mentira es lo que menos importa, ya que ese misterio en el que se envuelve el relato es lo que engancha al oyente. Los hechos suelen variar tanto como el número de personas que se hacen eco y algunas esconden una moraleja o pretenden dar una importancia histórica a un lugar determinado. Pero, todas tienen un denominador común y es que se transmiten de boca en boca. Y los rincones de la provincia están llenos de estos mitos que sirven para comprender la nomenclatura de una calle, el miedo a una casa o simplemente para que una gesta se recuerde a pesar del paso de los años. Y precisamente el tiempo es el culpable de que estas historias desaparezcan o aumenten su popularidad.

Cádiz

Hay gaditanos que están seguros de que Cádiz está hueca. «Si entras por la plaza de Mina puedes cruzar por debajo del suelo toda la ciudad», dicen. Incluso llegan a asegurar que un niño perdido por las cuevas de Cádiz, hambriento y exhausto tras horas de caminata, creyó ver, aterrado y a la luz de un farol, las figuras de doce moros jugando a las cartas en una sala. Esta historia sirvió de base para investigar las entrañas de la ciudad y en 2006 un estudio técnico demostró la existencia de hasta seis kilómetros de subterráneos de supuesto origen romano bajo la capital. En este punto también hay versiones basadas en el refugio de contrabandistas, lupanares o escondites en la Guerra Civil.

Aunque hay otro relato más escabroso. Existe una casa, algunos la ubican en la Alameda justo en frente al monumento del Marqués de Comillas, que pertenecía a un marinero respetado en la ciudad. Al sentirse culpable por no poder pasar tiempo con su hija le concedía todos sus caprichos y el padre le traía a la niña de cada viaje un espejo hasta que en la vivienda no hubo hueco para más. La madre, celosa, decidió envenenar a la hija y tras la noticia el marinero huyó del lugar. Desde entonces cuentan que la niña vaga por los espejos y que hay veces que se puede ver por los cristales de las ventanas a la espera de que su progenitor regrese con un nuevo espejo en el que poder jugar. Claro que la casa ya ha sido rehabilitada aunque conserva su estructura.

Jerez

El Rincón Malillo es un conjunto cautivador de callejuelas en el casco antiguo de Jerez de la Frontera. Cuenta la leyenda que un caballero jerezano -Luis de Montoro en algunas versiones, Alvaro de Mendoza y Virués en otra-, con fama de jugador, espadachín y bebedor, tras haber dejado en el suelo a una de las víctimas de sus duelos, tuvo la osadía de retar al mismo diablo.

En el momento de haber clamado el reto, sintió una fuerte punzada en su brazo derecho, apareciéndole una enorme herida sangrante. Huyó con horror a su casa en la calle Justicia, a través de la Plaza del Mercado. Para paliar sus miedos y calmar su remordimiento, en su casa y en dirección al Rincón Malillo, mandó poner una cruz de hierro forjado en una hornacina en piedra.

Cuentan que desde entonces pasó horas encerrado en su casa y comenzó a ser conocido por los vecinos como El Enjaulado. Tras su muerte, muchos años después, la herida de aquella noche seguía sin cicatrizar. Dentro de la Iglesia de San Mateo se conserva una lapida de la familia del caballero.

San Fernando

El Cerro de los Mártires debe su nombre a que según el conocimiento popular allí fueron degollados los hermanos San Servando y San Germán. Eran soldados de Roma que decidieron no renunciar a su fe cristiana, motivo por el sufrieron un amplio calvario al ser torturados y tener que caminar desde Mérida a Cádiz descalzos. El 23 de octubre entregaron su cuello, día en el que todos los años se celebra la romería del Cerro.

Chiclana

El castillo de Sancti Petri fue erigido según la historia clásica para albergar los restos de Hércules, porque fue allí el punto elegido para separar los continentes de África y Europa. Por ello tuvo gran importancia para los romanos e incluso Julio César acudió a él para soñar sus victorias justo tras haber lamentado ante el busto de Alejandro Magno el haber llegado a su edad sin haber logrado importantes logros.

El Puerto

Para algunos, la creación de la ciudad está vinculada a la guerra de Troya pues tras acabar la misma el caudillo ateniense Menestheo estuvo años vagando por el Mediterráneo hasta que alcanzó la desembocadura del río Guadalete donde fundó una pequeña ciudad llamada Puerto de Menestheo, que tras los años pasó a ser Puerto de Santa María.

Cuentan que allí residió Cristóbal Colón para preparar su viaje a América y que en esta tierra conoció al marino Juan de la Cosa, que le cedió su nave Santa María para realizar tal arduo viaje.

Puerto Real

El término municipal de Puerto Real tiene un núcleo rural que se llama el Meadero de la Reina. Supuestamente recibe ese nombre porque Isabel II -algunos dicen que durante uno de sus viajes, otros que mientras asistía a un despesque en su honor en un estero de la zona-, realizó allí sus necesidades fisiológicas.

Tarifa

El castillo de Tarifa es más conocido por el castillo de Guzmán el Bueno, debido a la heroica gesta de Alonso Pérez de Guzmán, entonces alcaide de la fortaleza. En 1295 los musulmanes pusieron cerco al castillo. Tenían además en su poder al hijo de don Alonso, instándole a que si no entregaba el castillo su hijo moriría. Don Alonso Pérez de Guzmán prefirió sacrificar a su hijo antes que entregar la población, tirando incluso, desde el torreón octogonal, su propio cuchillo para que lo mataran.

Arcos

Dice la leyenda que el duque que vivía en el castillo tenía una hija que se enamoró de un joven de clase más baja. Al no poder evitar este amor, el noble encerró en una torre a su hija y en la otra a su enamorado, para ajusticiarlo. No obstante, los vecinos vieron salir dos palomas, cada una de una torre, y posteriormente se comprobó que desaparecieron ambos jóvenes de las torres.