Los estudiantes siguen sufriendo los desperfectos de la biblioteca pública

La agrupación local de Unión de Progreso y Democracia denunció las “pésimas condiciones que sufren los estudiantes” en la ciudad, a causa de las deficiencias de la biblioteca Alfonso X. Ésta cerró su sala de estudio debido al deterioro de las paredes y el techo por las intensas lluvias que cayeron durante el pasado invierno.

Así las cosas, el ayuntamiento habilitó la sala del antiguo colegio San Agustín, que no cumple con las condiciones idóneas debido a su pequeño tamaño y a la incomodidad del mobiliario.

Según Juan Carlos Martínez, portavoz de UpyD, las obras para restaurar el edificio estaban planificadas para el mes de junio, y aún no han comenzado. “Parece ser que ciertos incumplimientos por parte de la empresa que debía realizar las obras han llevado a esta situación. Un mayor rigor en los criterios de adjudicación redundaría en el beneficio de todos. Si es un problema de aval, tendría que haberse comprobado anteriormente si esa empresa estaba en condiciones de cumplir con los requisitos, porque los perjudicados son todos aquellos que deben aprovechar unas instalaciones e un momento determinado. Esta es otra prueba de que los calendarios de los políticos no van a la par de las necesidades de los ciudadanos”.

Desde este partido, de reciente creación en El Puerto, aseguraron que su intención no es realizar una crítica negativa y sistemática ante cualquier situación. “Pero no podemos dejar de denunciar que la problemática de las salas de estudio ha empeorado, ya que actualmente los estudiantes, opositores, bachilleratos y universitarios, que tienen sus exámenes en septiembre, deben estudiar en el colegio de secundaria Santo Domingo. “Han de soportar altas temperaturas, sin aire acondicionado, ruidos desagradables de obras, por la limpieza con agua a presión de los tejados. Las mesas y sillas también son incómodas”.

Desde UpyD recalcaron que el descontento entre la comunidad estudiantil es grande”. “Están hartos de poner quejas mientras el ayuntamiento hace oídos sordos. Muchos de estos estudiantes se ven obligados a desplazarse a Puerto Real, Jerez, Rota o Cádiz, buscando mejores condiciones de estudio con el consecuente esfuerzo económico”.