Díaz en el salón de su domicilio, fotografiado tres años después de su inhabilitación. :: CRISTÓBAL
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«En el Ayuntamiento, yo era alcalde no inspector de Policía»

El ex primer edil portuense niega que fuera miembro de «ninguna trama» y cuenta como es su vida, ahora, tras tres años inhabilitado Hernán Díaz Ex alcalde de El Puerto e imputado en la 'operación Tequila'

EL PUERTO. Actualizado: Guardar
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Unas grandes letras blancas escriben el nombre de Obama en la portada de sus memorias. Debajo, el rostro: sereno, pensativo, desafiante... El mundo le escucha, él manda, quieren saber de su vida y conocerlo. El libro cae sobre la mesa camilla del salón de Hernán Díaz, un político caído, «roto», inhabilitado. Se cumplen más de tres años desde que una sentencia de la Audiencia Provincial le arrebató, al ex primer edil portuense, el bastón de mando de la Alcaldía. Ahora vuelve a llover sobre mojado y todos los titulares le apuntan como imputado en una presunta trama de regularización de viviendas. «Quince años dan para mucho», afirma mientras enciende un Winston. Hay tiempo para hablar.

-¿Cómo se encuentra?

-Estoy roto (toma aire). De este caso, no sé nada. Lo juro.

-Es uno de los imputados en la 'operación Tequila' como presunto miembro de una trama que obtenía, supuestamente, beneficios a través de las regularizaciones de viviendas irregulares, ¿cuál es su versión?

-La misma que le di a la Guardia Civil. Me mandaron el decreto y lo firmé. Ya está. Yo no los dictaba. Eso era cosa de Urbanismo conforme dictaba el director del Plan General. Mira, en el año 93/94, ya aprobado el Plan General de 1992, se aprobó, por unanimidad, que de 30 Emas (núcleos de viviendas irregulares) quince entrasen dentro de un acuerdo con el Colegio de Peritos y Aparejadores de Cádiz para que se legalizaran. Entonces, el ayuntamiento multó y legalizó, y lo ha seguido haciendo. El último pleno de 2006, con el gobierno del PP, se aprobó el Plan General y se decidió -excluyendo Pinar de Terry y Pinar de Coig-, establecer un segundo punto cero para regularizar todos estos núcleos.

-Ya, pero más allá de estos tecnicismos, esta vez, se trata de una trama en la que, presuntamente, se beneficiaba el estudio de arquitectura TEC, propiedad de la pareja del jefe de Licencias y Disciplina Urbanística. ¿Esto complica las cosas?

-No. Sobre mi mesa ha habido un montón de decretos. Y los textos de este tipo de licencias son los mismos. No sólo he tenido asuntos de TEC, también de otros estudios como el del ex concejal de Urbanismo del Partido Popular. Además, el nuevo Plan contempla la regularización de unas doscientas viviendas ilegales que se han construido a partir de 2006.

-Pero, volviendo a TEC, en El Puerto se hablaba hace tiempo de la existencia de este estudio y de su presunta vinculación con este tipo de proyectos. Mientras, usted ocupaba la Alcaldía.

-A ver... En el Ayuntamiento siempre se ha hablado de que había técnicos que hacían trabajos externos, pero yo no he conocido nada.

-Y si sabía de esos «trabajos externos», ¿por qué no los investigó para saber de su legalidad como máximo responsable de la ciudad?

-Porque era imposible. Durante mi mandato, ordené investigar 3 ó 4 veces a distintas áreas pero nunca salió nada. En el Ayuntamiento, yo no era inspector de Policía, era alcalde, y, a no ser que hubiera denuncias, no tenía pruebas. ¿Cree que en La Caridad, un núcleo de más de 25 años, colmatado, con agua y luz, yo iba a dudar de que no tenía informes favorables? Me fie, me fío y me fiaré de Fernando Jiménez Fornell (el jefe del Servicio de Disciplina Urbanística).

-¿Cómo fue el día de la declaración ante la Guardia Civil?

-Me llamaron a las once de la mañana y me dijeron si podía ir a la Comandancia de Cádiz. Me avisaron de que llevara un abogado pero no quise. Allí me pusieron uno de oficio.

-¿Y qué dijo sobre 'Oh Puerto!', también incluido en el caso por unas supuestas obras ilegales?

-Pues que esas obras se paralizaron mediante decreto, que sus propietarios acudieron a Urbanismo y allí les informaron de los documentos que tenían que presentar. Entonces, se les concedió una licencia provisional pero con carácter precario.

-Entonces, si todo era correcto y todo estaba bien, ¿por qué le denuncian y le imputan delitos?

-Porque Independientes Portuenses (IP) es como una piedra en un zapato. Los resultados de las encuestas del PP son ahora bastante malos. Quieren eliminar al partido para sumar ellos sus cinco o seis mil votos. Esto es una campaña de acoso contra la cabeza de IP.

-¿Qué le parece la gestión de Moresco al frente del Ayuntamiento?

-Fatal. Otros vendrán que bueno te harán. El nuevo Plan General tiene las mismas viviendas que el nuestro, con la diferencia que lo nuestro era para tres cuatrienios, y el de ellos para dos. No hay organización de tráfico. Del Plan E, ¿nadie se pregunta quién les está haciendo los proyectos? Y, muchas otras cosas: el parque de la Victoria, el puente... Venden humo.

-¿Tiene miedo de ir a la cárcel?

-(Silencio). Estoy convencido de que me darán la razón en todas las sentencias. La de la inhabilitación fue lo que mandó el juez y la estoy cumpliendo. Tengo la conciencia tranquila. Nunca he hecho mal a nadie. He vivido peores etapas, como cuando en 2002 me llamó el secretario de Estado de Interior para avisarme de que era objetivo de ETA. Nunca llevé escoltas.

El retiro

-¿Y cómo es su vida ahora?

-Soy jubilado. Todos los días hago deporte. Me gusta el 'footing'. Desde que salí del Ayuntamiento he adelgazado cinco kilos. Además, estoy escribiendo. Ya tengo unos mil folios sobre mi vida. También salgo y me tomo mis copas, claro (sonríe).

-¿Cómo se encuentra de salud?, para su problema de corazón no serán buenos estos sustos legales...

-No. Cuando ocurren cosas de estas me tomo un lexatín y me relaja bastante.

-¿Qué le dice la gente por la calle?

-Mucha me apoya, me dan la mano y me abrazan. En estos tres años me habrán insultado tres veces. Por eso, ahora no voy por el centro. Me da vergüenza. Soy muy visceral y, si alguien me dice algo, tengo miedo a revolverme.

-Cuando cumpla la inhabilitación, ¿volverá a la política?

-(Silencio) Volver. no sé, queda aún mucho tiempo.

-Pero, después de todo lo que ha pasado, ¿cree que la gente volvería a confiar en usted?

-Creo que sí. Igual que yo he confiado en ellos.