ANDALUCÍA

El vicepresidente deja de herencia un partido cohesionado

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Griñán se hará cargo de un partido que, salvo imprevistos, se hecho una piña en torno a su liderazgo. Es fruto de la herencia que le deja Chaves. El ex presidente andaluz recordó ayer a preguntas de los periodistas que cuando él asumió la secretaría general en 1994 «el partido estaba dividido y enfrentado». Chaves susituyó al malagueño Carlos Sanjuán aquel año tras una pugna entre los que se llamaron guerristas y renovadores en uno de los peores momentos de este partido. Sólo al año siguiente el PSOE sufriría una sangría de votos en las municipales de la que todavía no se ha recompuesto. Sólo ha recuperado desde entonces Sevilla y Jaén.

A partir de aquel crítico momento Chaves se empeñó en cohesionar el partido articulando una estrategia de equilibrios tanto de corrientes como de provincias. «No se excluyó a nadie», recordaba ayer. Lo fue logrando en sucesivos congresos, hasta el punto de fraguar una mayoría en torno a su liderazgo que en el último congreso, en 2008, fue del 97% . Las dos mayoría absolutas de 2004 y 2008 ayudaron a fortalecer ese liderazgo.

A Manuel Chaves se le abre ahora una nueva etapa política en la que Andalucía figurará en su agenda del mismo modo que el resto de comunidades autónomas. Es decir, intervendrá en esta Comunidad como vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial. El insistió ayer en que seguirá vinculado a Andalucía, donde sigue su casa. «Voy a seguir militando en el PSOE de Andalucía», dijo.