La fotografía de la polémica. Proceso de transformación de la imagen de Gaspar Llamazares en el hipotético aspecto de Osama Bin Laden en la actualidad.
Sociedad

Parecidos peligrosos

El retrato robot digital puede fallar hasta convertir a Llamazares en Bin Laden

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La mala suerte no es la única capaz de unir la figura de un diputado de la izquierda española y el terrorista más buscado del mundo. También la torpeza. Un agente del FBI pensó que la frente y el pelo de Osama Bin Laden serían clavaditos a los de Gaspar Llamazares. Y tanto. Como que eran los suyos. Los de la campaña electoral de 2004. El retrato de la discordia, descubierto por los internautas, puso 25 millones de dólares de recompensa a alguien muy parecido al político español. Además de para una bronca diplomática ha servido para sacar a la palestra a los artistas forenses, los magos de la ciencia alquímica del rostro humano.

«Esto es como jugar a un enorme 'quién es quién'», explica David Martínez, profesor de Medicina Legal de la Escuela de Criminología de Barcelona. Un juego serio. Decenas de especialistas trabajan en la identificación facial, la rama de la criminología que permite proyectar, dibujar, reconstruir o envejecer las caras de los más buscados.

Aquellos retratos robot de las películas del cine negro han quedado anticuados. Hace diez años, en las comisarías se utilizaba el llamado Identikit, un conjunto de transparencias en las que los especialistas iban encajando el tipo de cejas, ojos, mentón... Los investigadores superponían transparencias que, unas encima de otras, daban el aspecto del perseguido.

Hoy las policías de los países más desarrollados han superado aquella vieja técnica. Se usan programas informáticos, aunque no todo sea cosa del Photoshop. Las policías científicas utilizan un 'software' como Faces, un programa que cualquiera puede descargarse de la red. Funciona así. El especialista en arte forense introduce una serie de códigos: africano, pelo largo, mentón pronunciado, complexión fuerte... Y sale algo parecido al delincuente. Obviamente, se afinan mucho las búsquedas. «En cada base (caucásico, chino, latino, árabe...) existen unas 500 barbas, narices, orejas o cejas», dice el especialista. «Lo que ocurre es que las razas se difuminan cada vez más. La máquina supone una media de cómo es un iraní, pero ¿un iraní con familia española?». Entre todas esas variantes, Llamazares se ha llevado la peor parte, entre otras cuestiones, «porque parece iraní», asegura el técnico. Las prisas son malas, sobre todo si al forense del FBI no le cuadraban los datos. «Probablemente, acudió a Google por pereza», sostiene el profesor.

El botón del tiempo

El 'software' es capaz de resolver el misterio del tiempo. Así, las paredes de los 'Se busca' han sido capaces de mostrar cómo sería en estos días personajes como la pequeña Madeleine McCann, desaparecida en 2007 o Antonio Anglés, presunto autor del crimen de Alcácer en 1992. Avanzar en el tiempo es más una cuestión de algoritmos matemáticos que de adivinación. La mayoría de los programas incorporan «un botón» en el que se le pueden sumar años al sujeto y adivinar su aspecto actual.

La tecnología puede alcanzar un 80% de puntería, aunque no funciona en todos los casos. Por ejemplo, es probable que el nuevo retrato de Bin Laden no sirva, ya que es diabético y «la enfermedad hace a los que la padecen envejecer de manera distinta. Cada vez son más delgados y pierden masa corporal en diferentes partes», describe el especialista en Medicina Legal.

Cada rostro tiene su matrícula. Los programas de reconocimiento facial emiten un código de 56 dígitos que ficha las características de cada rostro. Así, el posible aspecto de los sospechosos se coteja con las listas de agencias por todo el mundo y el cruce de datos afina las búsquedas. Llamazares puede estar tranquilo. «Es más difícil que el sistema de detección de rostros de los aeropuertos te confunda con un criminal por el apellido que por la cara», precisa Martínez. Aunque puede ocurrir. «La seguridad de Bin Laden no peligra, pero la mía sí», ha comentado Llamazares, tras recibir la llamada de disculpa de la Embajada de EEUU. Hoy explicará en rueda de prensa las medidas que podría tomar ante semejante atropello.