«Nuestra prioridad es la educación»

El PP responde a una clara estrategia de mantener la tensión política y la rivalidad incluso cuando hay cierto acercamiento con los socialistas en algunos asuntos. Como por ejemplo ocurrió con la votación en la Comisión de Educación del dictamen de la convergencia educativa contra el fracaso escolar. El PP finalmente se abstuvo para sorpresa de la socialista Araceli Carrillo, que daba por seguro un voto favorable de los populares. El citado dictamen recoge numerosas medidas de los populares contra el fracaso escolar incluidas las estadísticas que revelan los malos datos de la enseñanza andaluza. Lo cierto es que se trata de uno de los pocos trabajos donde realmente ha habido sintonía, buen ambiente y acuerdo entre PSOE, PP e IU. Esta última formación, en concreto su diputado Ignacio García ha sido el gran artífice del documento, como no tuvo reparos en reconocer Araceli Carrillo, lo cual le honra.

El dictamen ofrece 128 medidas para mejorar la enseñanza en Andalucía y era una oportunidad de todos los partidos para demostrar cierta unidad ante un problema clave y grave. Javier Arenas lo ha repetido varias veces: «La educación es nuestra prioridad». Griñán también asegura lo mismo cuando habla de Andalucía sostenible. Podrán demostrarlo cuando el dictamen ahora falto de unanimidad se someta a la votación final en el Parlamento.

En resumen, el PP de Arenas ha apostado por la tensión sin concesiones a sabiendas de que las distancias ahora son cortas con el PSOE en Andalucía tras la marcha de Chaves y de que su formación tiene una gran oportunidad para ganar las autonómicas. El líder del PP, desde luego, no parece dispuesto a desaprovecharla.