Largas colas en Barajas

Con los ojos enrojecidos por la falta de sueño, Irene y Mercedes pasan las horas aburridas en el suelo de la T1 de Barajas. Su vuelo a Ecuador tenía que haber salido hace más de 36 horas, pero la quiebra de Air Comet ha hecho que se queden en tierra. «No entiendo nada. Si sabían que andaba mal la empresa, ¿por qué no nos avisaron?», lamenta Mercedes a punto de romper a llorar. Como miles de viajeros, se siente estafada y harta de promesas que luego quedan en nada. «Nos han dicho que el 90% nos iremos pronto, pero no dejo de pensar: ¿Y si yo formo parte de ese 10% restante?». Si eso ocurre se quedará sin ver a su familia tras cuatro años ahorrando para el vuelo. Pluriempleada, esta ecuatoriana afincada en Cartagena ha encontrado a su paisana Irene un hombro en el que llorar. «Somos amigas en el dolor», resume Irene.