La activista saharaui ha entrado en su cuarta semana en huelga de hambre. / Afp
conflicto en el sáhara

Rabat responde con amenazas a la petición de España para dar una salida al caso de Haidar

La activista renuncia a toda atención médica y el juez descarta su hospitalización forzosa

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La activista de los derechos humanos Aminatu Haidar ha entrado en su cuarta semana en huelga de hambre. Son 22 días sin ingerir alimentos, sólo agua azucarada, y su salud es cada vez más frágil. En este peligroso estado de debilitamiento la conocida como 'Gandhi saharaui' ha dado un paso más en su protesta y ha renunciado a toda atención médica, incluida la del doctor que estaba siguiendo permanentemente su estado. Según ha explicado a través de un comunicado, "el juez me ha empujado a tomar la decisión de renunciar a toda atención médica".

La activista saharaui señala que ha tomado esta decisión "ante la actuación judicial realizada en el día de ayer", en la que una comisión judicial acudió al aeropuerto para comprobar su estado de salud. Haidar ha denunciado que entraron "en la habitación en que me encuentro de forma violenta e intimidatoria, expulsando con empujones a la persona que me asiste, intentando realizar un examen médico contra mi voluntad e incluso amenazándome con alimentarme forzosamente, contra mi voluntad, violando mis derechos humanos".

Haidar afirma en su declaración que se sintió "aterrorizada" y que, por tanto, ha sido el juez quien le ha empujado "a tomar la decisión de renunciar a toda atención médica, incluso a la del médico que me ha venido atendiendo hasta la fecha, el doctor Guzmán Pérez Hernández". Esta decisión, que podría tener consecuencias fatales, se produce horas después de que se anunciara que el juez tiene previsto mandar a otro médico para comprobar el estado de la defensora de los derechos humanos, ya que hay informes contradictorios sobre los efectos de la huelga de hambre que dice mantener. Finalmente no ha habido un nuevo reconocimeinto y el juez de guardia de Arrecife, Jerónimo Alonso, ha decidido no hacer un traslado "forzoso" de la activista a un centro hospitalario para que se valore su estado o para que sea sometida a tratamiento médico contra su voluntad.

Discurso conciliador de Moratinos

En el plano político, España ha reclamado al Gobierno marroquí que responda a la petición de la Unión Europea de encontrar solución al caso de Haidar. Esta solucitud se ha hecho en el marco la reunión del Consejo de Asociación entre la UE y Marruecos celebrada en Bruselas. Aunque el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, no ha estado en ese encuentro, ha explicado que tanto la presidencia de turno sueca como el representante español, el embajador ante el Comité Político y de Seguridad de la UE (Cops), Carlos Fernández, han expresado la "enorme preocupación" por la situación de Aminetu y han pedido al Gobierno de Marruecos que "responda" a la petición europea.

Pese a que el problema amenaza con enconarse, el jefe de la diplomacia española ha asegurado que las relaciones con Marruecos "son sólidas y son vitales" y, por lo tanto, que España va a seguir trabajando "para que continúen así". "Y, desde luego, tenemos que resolver este asunto pero, como digo, las relaciones son buenas y vamos a continuar trabajando con todos los actores que tienen intereses con España", apuntaba el titular de Exteriores, que ha subrayado que ha hablado "todos los días" con su colega marroquí, Taieb Fassi Fihri.

Amenazas de Marruecos

Moratinos no ha querido referirse a las últimas declaraciones del ministro de Exteriores marroquí, que ha arremetido contra Haidar y ha acusado a la activista saharaui de ser la causante de su situación y de no ser una defensora de los Derechos Humanos, sino un miembro del Frente Polisario. Además, en tono amenazante, ha preguntado a España con qué Marruecos quiere construir el futuro, si con el que coopera en materia de inmigración y para combatir la inseguridad o con el que "no quiere ni Magreb ni Europa".

Fassi Fihri, que ha recordado que Marruecos "nunca" llegó a un acuerdo con España el pasado viernes para que Haidar regresara a El Aaiún, se ha preguntado "hasta dónde se irá en infectar la relación hispano-marroquí". "Hace años que se construye pacientemente esta relación en el sentido del interés recíproco y hemos hecho mucho. Es a esta España a la que me dirijo", ha agregado el ministro en declaraciones a la prensa en Bruselas.

La propuesta política

Casi al mismo tiempo que Fassi Fihri hacía estas declaraciones, Moratinos reunía a los portavoces de los grupos parlamentarios del Congreso para pedirles que apoyen una proposición no de ley que va a redactar el Grupo Socialista pidiendo a la activista saharaui que cese la huelga de hambre y continúe su lucha política por otros medios. También reclamará a Marruecos que "asuma sus responsabilidades".

Los representantes parlamentarios se han mostrado dispuestos a estudiar la propuesta, cuyo borrador han recibido a última hora de la tarde. Al encuentro, que se prolongaba durante media hora, se ha sumado también el jefe de Gabinete del ministro, Agustín Santos. Los grupos han estado representados por los portavoces de PSOE y PP, José Antonio Alonso y Soraya Sáenz de Santamaría, y por los diputados Pere Macías (CiU), Gaspar Llamazares (IU), Emilio Olabarría (PNV) y Carlos Salvador, de UPN, que este mes ostenta la Portavocía del Grupo Mixto.

Intervención de la ONU

La proposición no de ley que ha redactado el PSOE pretende buscar una posición común para que todos los grupos, además de los llamamientos a Marruecos y a la propia Haidar, soliciten también a Naciones Unidas que se involucre en la gestión de un problema humanitario que, según Alonso, le concierne con la intervención de su representante especial para el Sáhara. El borrador de esa iniciativa, en la que se recuerda el posicionamiento unánime del Congreso sobre el conflicto del Sáhara, contaba inicialmente con cuatro puntos, si bien Llamazares propuso durante la reunión que se le añadiera un quinto en el que se instara al Gobierno español a "redoblar" esfuerzos con el Ejecutivo marroquí.

Tras la reunión, Alonso ha avanzado que espera poder votar la proposición no de ley en el Pleno del martes de la próxima semana. La Junta de Portavoces ha acordado hoy el orden del día de esa sesión plenaria y, para poder incluir este nuevo punto, sería imprescindible el aval de todos los grupos. El PP está dispuesto a "estudiar" el texto, pero exige al Ejecutivo que no espere un pronunciamiento del Congreso para "redoblar sus esfuerzos diplomáticos". "Estamos dispuestos a colaborar todo lo que sea posible vamos a ayudarle en este callejón sin salida, pero hay que actuar desde ya. Si el Gobierno nos pide que le instemos a actuar, nosotros ya le estamos instando", enfatizaba Sáenz de Santamaría.