El coraje vuelve a salvar al Madrid

El Madrid se impuso al Almería en un partido loco. Los blancos pagaron sobremanera la falta de contundencia en la primera mitad, donde fueron netamente superiores a los andaluces. Pero tras el descanso, los locales se convirtieron en el conjunto plano, rácano y conformista que irrita al Bernabéu. A punto estuvo de pagarlo caro. Pero un gran Higuaín y Cristiano Ronaldo evitaron la tragedia.

El técnico chileno se decantó por Van der Vaart para suplir al lesionado Kaká y por Granero en lugar del sancionado Lass. Además, dejó a Raúl y Benzema en el banquillo. Es decir, dos cambios respecto al once que jugó el derbi. Pero el Bernabéu no sabía que Madrid iba a encontrarse. Si el que plantó cara al Barça o el que les aburre jornada tras jornada. La motivación. Esa era la clave. Pero a los dos minutos Van der Vaart e Higuaín dispusieron de dos magníficas ocasiones que Diego Alves desbarató. Dudas despejadas.

Los locales monopolizaron el juego. Cristiano Ronaldo dominaba la banda derecha y creaba confusión en la zaga almeriense cuando aparecía por la izquierda. Triangulaciones y paredes se sucedían continuamente para agrado del público. El Bernabéu estaba viendo al mejor Madrid de la temporada. De los pupilos de Hugo Sánchez no había noticias. Crusat y Uche, otrora quebraderos de cabeza para los madrileños, apenas tocaron el balón en la primera mitad.

Los minutos transcurrían y el Madrid seguía a lo suyo. Tocar, moverse y atacar. Las ocasiones se sucedían pero el gol no. Era la paradoja del choque. La pegada 'merengue' que tantos entuertos le había salvado, ahora le condenaba al sufrimiento. Pero la lógica se impuso y Sergio Ramos cabeceó a la red un gran centro de Cristiano Ronaldo. El gol no modificó en nada la actitud de los blancos. Mantuvieron el control del juego, los pases precisos y la calma necesaria. Todo pintaba muy bien.

Tres minutos mágicos

Sin embargo, el descanso transformó todo lo visto como si hubiese sido un sueño. El Almería adelantó las líneas, presionó y decidió intentarlo. La bronca que 'el macho' les dio en el vestuario debió ser antológica y surtió efecto porque su equipo fue otro. La reacción rojiblanca se unió a la relajación del Madrid, que se olvidó del buen fútbol practicado en la primera mitad y se refugió en el juego vertical habitual. Así las cosas, un hasta entonces inédito Casillas sacó una prodigiosa mano a un tiro de Uche. A la segunda, Soriano logró el empate con un tiro dentro del área que desvió Albiol. El tanto recibido desubicó al Madrid y dio alas a los visitantes.

Con el 1-1 era el Almería quien se sentía cómodo y el Madrid atemorizado. Pero la sorpresa fue todavía mayor cuando tras un córner Uche consiguió adelantara a los suyos y llevar la incredulidad a las gradas del Bernabéu. En tres minutos mágicos, el Almería había dado la vuelta al partido. Pero el segundo gol revivió a los 'merengues' que volvieron a triangular con facilidad gracias al pasito atrás del rival. Pellegrini dio entrada a Benzema, pero fue Higuaín quien consiguió el empate tras aprovechar un rechace dentro del área.

El Madrid se lanzó al ataque y Diego Alves cometió un dudoso penalti a un hiperactivo Cristiano. El guardameta detuvo la pena máxima lanzada por el portugués, pero Benzema no perdonó con el rechace. La alegría volvió a Chamartín y se transformó en éxtasis con el gol de la estrella lusa tras una gran jugada de Higuaín. El colofón a esta locura de partido lo puso Cristiano con una expulsión en el último minuto por doble amarilla.