incertidumbre política en honduras

América rechaza el golpe de Estado, aunque se muestra dividida sobre la legitimidad de los comicios

Las elecciones del próximo domingo se llevarán a cabo sin la supervisión de organismos internacionales y en medio de una profunda crisis política

BOGOTÁ Actualizado: Guardar
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América rechaza sin fracturas el golpe de Estado en Honduras, pero está dividida en torno al reconocimiento de las elecciones del próximo domingo, que se llevarán a cabo sin la supervisión de organismos internacionales y en medio de una profunda crisis política.

Por un lado está un grupo de países, liderado por Brasil y Venezuela, que se opone de manera tajante a reconocer unos comicios sin Manuel Zelaya en el poder, y en el extremo contrario están Panamá y EEUU, que creen que las elecciones pueden contribuir a resolver la crisis desatada tras el golpe del 28 de junio pasado. En el medio están países como Colombia, Perú, El Salvador y Costa Rica, que decidieron fijar su posición una vez celebradas las elecciones en el país centroamericano, cuyo gobernante de facto, Roberto Micheletti, decidió ausentarse del poder una semana con motivo de los comicios.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha dicho que "los países democráticos del mundo necesitan repudiar de forma vehemente lo que ocurrió. Por lo tanto, la posición de Brasil se mantiene inalterada. Nosotros no aceptamos historias de golpes". Lula ha sido enfático al señalar que Brasil no reanudará "relaciones con Honduras" y ha recordado que "América Latina y América Central tienen experiencias de sobra de golpistas que usurpan el poder rompiendo con los principios democráticos". Si aceptamos eso, puede ocurrir lo mismo en otro país mañana, ha señalado el mandatario de Brasil, en cuya embajada en Tegucigalpa se encuentra Zelaya desde el 21 de septiembre, cuando regresó por sorpresa a Honduras tras ser expulsado por los militares el 28 de junio.

EEUU respalda los comicios

Desde Estados Unidos, el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, ha subrayado que el respaldo a los comicios es uno de los caminos para que Honduras resuelva la crisis, pero ha aclarado que "no podemos decir que vamos a apoyar algo que no ha sucedido todavía". A su vez, el secretario de Estado adjunto para América Latina, Arturo Valenzuela, ha sostenido que unas votaciones acorde con los estándares internacionales "son una condición necesaria" para encaminarse al restablecimiento del orden democrático, pero "no son suficientes".

El Departamento de Estado explicó a principios de noviembre que su compromiso de apoyar las elecciones "es producto del acuerdo" Tegucigalpa-San José, después de que un senador republicano señalara que EEUU reconocerá los comicios independientemente de si Zelaya es restituido en el poder. Dicha decisión está en manos del Congreso hondureño, que hoy ha completado el abanico de opiniones jurídicas en que basará el debate del 2 de diciembre sobre el futuro del derrocado mandatario, al recibir la decisión de la Corte Suprema de Justicia, que consideró que Zelaya debe afrontar la justicia antes de ser restituido.

En Washington, el Centro Carter ha informado de que no enviará observadores a los comicios y ha indicado que tres expertos permanecerán en Tegucigalpa hasta después de las elecciones, "con la esperanza de que la crisis política sea resuelta inmediatamente" y se reanude la cooperación internacional.

Chávez dice que reconocer los comicios es una «asquerosidad»

La decisión de reconocer como válidas las elecciones hondureñas por parte de algunos Gobiernos "derechistas" de América Latina es una "asquerosidad", opinaba anoche el presidente venezolano, Hugo Chávez. "Qué farsa. ¿Cómo pueden celebrarse unas elecciones democráticas con los militares en la calle, en un país sitiado?", preguntaba el gobernante venezolano, quien agregaba que los comicios los "reconocerán los Gobiernos de derecha, que están subordinados a lo que diga el imperio, pero los Gobiernos libres no".

El mismo tono ha empleado el nicaragüense Daniel Ortega, quien está convencido de que "la comunidad internacional se va a mantener firme al lado del pueblo de Honduras y seguirá exigiendo la restitución de Zelaya porque aquí todo va caminando para que a finales de este mes se realicen las elecciones, pero con los golpistas y los imperialistas manejándolas".

Chile y Jamaica han coincidido en "la importancia de persistir en el rechazo a la ruptura del orden democrático" y han reiterado que "los golpes de Estado no pueden ser más una opción aceptable", opinión a la que se sumaron Argentina, Ecuador, Guatemala, Paraguay, República Dominicana, y Cuba. En el otro extremo está el mandatario panameño, Ricardo Martinelli, quien ha manifestado que su país "sí reconocerá al ganador" y ha pedido a la comunidad internacional hacer lo mismo. Su colega salvadoreño Mauricio Funes no ha definido su postura y sostiene que verá "cómo evolucionan los acontecimientos para luego tomar una decisión".

Esperando el resultado

Igualmente, el costarricense Óscar Arias, quien ofició como mediador entre las partes en conflicto, ha comentado que analizará la situación en la Cumbre Iberoamericana, a la luz del resultado electoral y de lo que argumente cada país. "Una vez visto el contexto en el que se realizaron (los comicios), estaremos en condiciones de dar una posición", ha coincidido la cancillería mexicana, al reiterar que "lo importante es buscar el cumplimiento pleno del Acuerdo Tegucigalpa-San José".

Idéntica decisión ha adoptado Alan García en Perú, quien esperará a saber "cuántos hondureños asisten a votar y en qué condiciones se realiza el acto" para pronunciarse, declaraciones que contrastan con las de su canciller, José Antonio García Belaúnde, que ha asegurado que el Gobierno sí reconocerá las votaciones. En Colombia, una fuente de la cancillería ha comentado que "es un tema coyuntural y habrá que esperar el resultado", y ha recordado que hace algunas semanas se decidió el regreso de la embajadora de la nación andina a Tegucigalpa.