De la Vega, ayer./ EFE
ESPAÑA

De la Vega reitera que «España no ha pagado»

MADRID Actualizado: Guardar
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El Gobierno aseguró que «España no ha pagado» rescate alguno por la liberación del atunero Alakrana. Unas palabras que arrojan un poco más de oscuridad sobre el desenlace del secuestro de 47 días del pesquero. La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega no dio más explicaciones, las pospuso a su comparecencia en el pleno del Congreso de la próxima semana. Entonces, dijo, dará todo tipo de detalles «con luz y taquígrafos». El PP, sin embargo, quiere más y ha organizado una ofensiva parlamentaria para que haya dimisiones en el Gobierno por «la desastrosa gestión» de la crisis.

Si el ministro de Justicia aclaró poco cuando comentó el jueves que «España, como país», no pagó rescate alguno, la número dos del Gobierno tampoco fue más transparente. Atribuyó su hermetismo a razones de «seguridad del país» que le impedían ser más clara. El sentido común apunta a una utilización de los fondos reservados para hacer frente a la contingencia, pero no existe confirmación oficial y Fernández de la Vega reclamó «no hacer especulaciones».

La vicepresidenta despachó el asunto de forma escueta porque en lo que tenía interés era en censurar la actuación del PP durante y después del secuestro. Aceptó que las críticas «razonadas y razonables» a la gestión gubernamental son bienvenidas porque de todo se aprende, pero lo que no es de recibo, precisó, es la actitud del partido opositor, que desde el «minuto uno» del 2 de octubre, día que comenzó el secuestro, se dedicó a «criticar y tratar de sacar rentabilidad» política y electoral a la situación. Indicó que los populares sólo declararon «una tregua pequeñita» al Gobierno cuando José Luis Rodríguez Zapatero se lo pidió a Mariano Rajoy, y aún así hubo dirigentes populares que no callaron «ni un solo día».

Fernández de la Vega no mostró la menor intención de retirar su acusación al PP de colocarse al lado de los piratas durante la crisis porque su actuación sólo ha favorecido los intereses de los asaltantes. «Eso es lo único que yo he dicho y lo único que yo repito», señaló tras la reunión del Consejo de Ministros.

El PP, sin embargo, ha decidido convertir la crisis del Alakrana en su principal arma contra el Ejecutivo. Desde la próxima semana, redoblará su ofensiva con el objetivo reconocido de forzar antes de fin de año el cese de varios ministros. El toque de atención que recibió del Congreso el miércoles, cuando el pleno derrotó la moción con la que los populares pretendían exigir responsabilidades inmediatas por el secuestro, no ha variado un ápice su estrategia.