Usuarios, a primera hora de la mañana frente a una oficina del INEM. / M. GÓMEZ
EN LA PUERTA DEL INEM

¿Y nuestro derecho a trabajar?

Los parados de larga duración exigen soluciones rápidas. Desempleados de la provincia aceptarían nuevas fórmulas de contratación si garantizan la reactivación del empleo

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Otro miércoles más a principios de mes y en cualquier oficina del INEM se repiten las mismas caras. La frustración define la mayoría de los rostros a la salida del local cuando la búsqueda de un empleo pasa del año. Lo demás son cifras en titulares: Octubre sumó 5.463 desempleados más a la lista que ya supera los 160.000.

Parece que los sindicatos y la patronal encontraron ayer un punto en común para reanudar el diálogo social y ahora toca sentarse con el Gobierno para tomar decisiones. Punto Radio reunió el pasado lunes a los principales agentes sociales para abordar la situación en la provincia del paro. El secretario general de UGT, Pedro Custodio, y el de CC OO, Manuel Ruiz, conversaron a micrófono abierto con el presidente de los empresarios gaditanos, Miguel González Saucedo y el abogado Antonio Ruiz Álvarez.

Entre las posibles soluciones se propusieron la prórroga de los convenios colectivos y la recuperación de los contratos de tres años con el fin de incentivar el empleo. Los sindicatos mostraron sus reticencias e insistieron en buscar alternativas que protejan al trabajador pero se mostraron dispuestos a negociar.

La calle habla

A pie de oficina, los demandantes de empleo lo tienen claro: «¿dónde está el derecho al empleo?». Después de oír hablar de planes de reindustrialización, estrategias económicas y protocolos de empleabilidad piden a las administraciones que aparque la terminología y comience a dar respuestas.

Rafael Carbajo, carnicero en paro, lamentaba ayer que las medidas empiecen todas por recortarle derechos al más débil. «Suprimir los costes de despido no es lo que más nos conviene, pero la situación que hay ahora con empresas que hacen contratos de una hora o de un día, tampoco se puede aguantar». Aún así, dudó de que las empresas estén con el agua al cuello por pagar las indemnizaciones a sus ex empleados.

Frente a la puerta de la oficina del INEM de la avenida de Andalucía de Cádiz, Iván Otero, de 19 años, hacía tiempo hasta que llegara su turno. Lleva tres años desempleado y ha vuelto a estudiar ante la falta de perspectivas. «He trabajado como montador de soportaciones de tuberías, pero desde la caída de la construcción no me sale nada», reconoció. Sin embargo, aseguró que cogería cualquier trabajo que le ofreciera las mínimas garantías aunque no tuviera la posibilidad de convertirse en indefinido.

Manuel Martín habla con la experiencia de los casi 40 años que lleva en el mercado laboral. Ahora, jubilado, acompaña a su hija Irene a buscar trabajo. Cuando se le plantean las soluciones lo tiene claro: «el principal problema es el exceso de prestaciones a los parados en lugar de ayudar a las empresas para que no tengan que despedir». Manuel está curtido en crisis. Trabajó durante años como mecánico en Astilleros e insiste en la necesidad de proteger a la industria de la que depende la economía de la provincia.

Cualquier medida que suene a un alta en la Seguridad Social es bienvenida, especialmente cuando llega con carácter urgente.