La madre junto a la menor fallecida, en brazos de su padre, el día en que fue bautizada en el municipio de Albolote. / A. MANSILLA
la amenaza de un nuevo virus

Muere un bebé por gripe A en Granada y sus padres denuncian al hospital por negligencia médica

La niña, de diez meses, falleció pocas horas después de ir a urgencias de Maternidad y decirles la pediatra de guardia que estaba muy bien y que se fuesen a casa

GRANADA Actualizado: Guardar
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Los padres de un bebé de diez meses han denunciado por presunta negligencia médica al Hospital Materno Infantil después de que la menor falleciera, pocas horas después de que fuera devuelta a su casa desde este servicio de Urgencias el pasado jueves 29 de octubre. Los padres mantienen que recibieron una llamada de la doctora que atendió a la pequeña Sheila el sábado durante el funeral para comunicarles que «la prueba del moco que le efectuaron había dado positivo de gripe A». La Delegación Provincial de Salud confirmó a su vez ayer a este periódico que la prueba efectuada a la menor había dado positivo.

Todo comenzó el pasado 28 de octubre, cuando Sheila empezó a tener décimas de fiebre a media mañana. La madre, una joven de Albolote de 21 años de edad, Carolina Ribes Sánchez, le suministró «paracetamol» para frenar los 38º de fiebre que presentaba la pequeña. El jueves 29, al día siguiente, mantenía la fiebre, y los padres decidieron llevarla sobre las 13.30 horas al centro de salud de Albolote, para que fuese vista por la pediatra. Ese día no había ningún facultativo que cubriera este servicio por la mañana, por la tarde sí se pasó consulta.

Ante esta situación, Jose Cortés González y Carolina Ribes Sánchez, los padres, decidieron acudir a las Urgencias del Hospital Materno Infantil. Cuando llegan, sobre las 14.00 horas, sólo hay una mujer y su hija en la sala de espera, por lo que son atendidos de forma inmediata. La pediatra tumbó en la camilla a la niña y tras auscultarla, les dijo que le dieran paracetamol para la fiebre, ya que en ese momento tenía unas décimas por encima de los 38º y también un medicamento para estimular la función respiratoria y para expulsar la mucosidad, según la versión de los padres.

«Nos dijo que la niña estaba bien, que tenía la garganta un poco roja, y si empeoraba a las 24 horas la lleváramos otra vez, pero que sus constantes vitales, respiración y sistema locomotor, estaban bien». La pediatra les conminó a que se fueran a casa, pese a la insistencia de los padres al reiterarle que a la menor no le bajaba la fiebre, e informarle de que la pequeña sufría síndrome de West (epilepsia), de la que estaba tratándose.

Carolina, la madre, asegura que Sheila pasó la tarde «sin moverse mucho, sin ganas de comer, pero como nos había dicho la médica que estaba bien, esperamos según sus indicaciones».

"La niña no está bien"

A las nueve de la noche, la madre la bañó como siempre, pero Carolina le dijo al marido: «La niña no está bien, vístela que nos vamos a urgencias». Sin quitarle el pijama, se marcharon rápidamente, al ver que «la lengua de la pequeña se había dado media vuelta, se puso morada y le faltaba aíre, se ahogaba».

El padre le miró la garganta a la pequeña y apenas veía orificio: la tenía prácticamente cerrada. Hubo un momento en que se quedó sin respiración, y entonces el progenitor le introdujo un dedo y pudo abrirle el conducto, y la niña comenzó a respirar. Consiguieron llegar en poco tiempo al Hospital Materno Infantil desde Albolote. Al entrar, sobre las nueve de la noche, cogieron a la niña y le suministraron oxígeno e intentaron cogerle una vía, pero los facultativos le indicaron a los padres que la niña no tenía coagulación ni la circulación sanguínea presentaba condiciones óptimas. Le sacaron sangre y le hicieron un análisis, además de la correspondiente prueba para saber si tenía o no gripe A, que no le practicaron en la primera visita.

En la UCI

Después la subieron a la UCI, Unidad de Cuidados Intensivos, y no pudieron entubarla, según aseguran los padres. Fue entonces cuando les comunicaron la muerte de Sheila. La pequeña tenía un pulmón totalmente blanco con neumonía y otro dañado, supuestamente por los intentos sin éxito para entubarla. La misma doctora que les comunicó el trágico suceso certificó la muerte. Ya fallecida le hicieron una radiografía. La familia, tras velar a la menor, decidió que le iban a practicar una autopsia, por lo que al día siguiente, el 30 de octubre a las 16.00 horas, se llevaron el cuerpo al Instituto Anatómico Forense de Granada, previa presentación de una denuncia contra el hospital.

El sábado a la una de la tarde llegó a la Iglesia la pequeña Sheila en cuerpo presente. El padre, en ese momento, fue alertado por teléfono de que la prueba del moco efectuada a Sheila reveló positivo de gripe A y la doctora les dio el pésame. La familia cuenta con los servicios del abogado Alfonso de Rojas Torres, quien tiene decidido ampliar los cargos contra el Hospital y el SAS, en cuanto hoy reciba los resultados preliminares de la autopsia.