Manuel Zelaya, saluda a los soldados y a la Policía de la Embajada de Brasil en Honduras. / Efe
incertidumbre política en honduras

Zelaya no avalará al Gobierno de Unidad hasta no ser restituido

El Congreso debe tomar una decisión antes del jueves según el acuerdo al que llegaron ambas comisiones

TEGUCIGALPA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, adelanta que no dará su aval al 'Gobierno de Reconciliación y Unidad' que debe estar constituido el jueves si no ha sido restituido antes en el poder, decisión que debe adoptar el Congreso según el Acuerdo Tegucigalpa-San José.

"El Gobierno de Conciliación y Unidad sólo se puede formar si nosotros estamos de acuerdo. Si nosotros no estamos de acuerdo, no hay Gobierno de Conciliación y Unidad", afirma en conversación telefónica Zelaya, quien asegura que consideraría roto el pacto si no es repuesto. Asegura además que si no se siente satisfecho con la aplicación del pacto, lo que para él incluye estar de vuelta en el poder el jueves, fecha límite para instalar el Gobierno de Unidad, daría por roto el tratado.

"Yo soy una de las partes del acuerdo. El acuerdo se hace por dos partes, los acuerdos comulgan con la conciliación de dos partes, si una de las partes siente que le están haciendo una trampa, el acuerdo se rompe", indica desde la embajada de Brasil, donde permanece encerrado desde el pasado 21 de septiembre.

Desavenencias

El punto del acuerdo referente a la restitución de Zelaya ha provocado diferencias de interpretación entre éste y el Ejecutivo de facto, pues mientras el primero considera que debe estar restaurado en la presidencia el jueves el segundo considera que no es así. Otra desavenencia a este respecto es que, para el mandatario, según ha dicho, las dos partes acordaron solicitarle al Legislativo que dictamine su regreso al poder, mientras que el Gobierno de facto asegura que no hay tal recomendación.

El documento dice textualmente: "Ambas comisiones negociadores (la de Zelaya y la del presidente de facto, Roberto Micheletti) hemos decidido, respetuosamente, que el Congreso Nacional (...) resuelva en lo procedente en respecto a 'retrotraer la titularidad del Poder Ejecutivo a su estado previo al 28 de junio", fecha del golpe de Estado contra Zelaya.

Para éste, "el lenguaje que se buscó es un espíritu de conciliación" y que "la redacción de pedirle al Congreso con respeto que retrotaiga la situación es decirles: 'señores, con todo respeto, vuelvan al Estado de Derecho y dejen la ilegalidad". "Eso es una solicitud que se ha hecho de ambas partes", añade. Sin embargo, el Gobierno de Micheletti ha indicado en un documento distribuido a la prensa que "el acuerdo no hace ningún tipo de recomendación sobre qué decisión debe tomar el Congreso".