Los abogados de Alberto dicen que la actitud del espía es «irresponsable». / AFP
Gente

Alberto, espiado por su espía

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Al príncipe Alberto de Mónaco le ha salido el tiro por la culata. Contrató a un ex agente del FBI para que espiara a medio mundo y el individuo se dedicó a espiarle a él. El resultado es que ahora el espía acusa al príncipe de impago, blanqueo de dinero y otras fechorías, además de amenazarle con el aireo de algunos vídeos comprometedores. Todo empezó cuando Alberto, antes de acceder al trono de los Grimaldi, decidió estar al día de lo que se decía sobre su persona. A tal fin, contrató Robert Eringer, agente retirado del FBI y espía de alquiler que, a su vez, contrató a un segundo espía que se hizo pasar por un biógrafo del príncipe monegasco dedicado a documentar sus no pocos trapos sucios y sus saltos de cama en cama para una biografía no autorizada. Ahora, y según ha publicado The Sunday Times, Eringer está dispuesto a publicar esos trapos y ha demandado a Alberto por el impago de su nada modico salario, 360.000 euros del ala, y su correspondiente indemnización por cese. El espía agraviado afirma tener en su poder pruebas de la utilización de los bancos de Mónaco para blanquear dinero sucio procedente de Rusia e Italia. Además, Eringer asegura que posee un video comprometedor de un encuentro sexual del príncipe que podría salir a la luz durante el juicio. Alberto ya ha puesto el asunto en manos de sus abogados. Uno de ellos, Stanley Arkin, ha dicho que la acción de Eringer es «irresponsable, reprobable y falsa».