ESPAÑA

Góticos amantes del terror y la oscuridad

COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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El mundo gótico ha evolucionado desde sus comienzos a partir de las películas y libros de terror, sobre todo vampíricos. Un buen seguidor de esta corriente, sin entrar en detalles de los subgrupos, debe tener como una de sus lecturas de cabecera el Drácula de Bram Stoker; y entre sus filmes más apreciados, el conde transilvano que encarnaba Bela Lugosi. Fueron las influencias de los primeros góticos. La ropa negra o en algunos casos morada, la cara blanquecina y los labios pintados de negro o rojo se convirtieron en las señales de identidad de esta nueva tribu social que escuchaba The Cure o The Sisters of Mercy.

Este estilo de vida evolucionó en los 90 al amparo de los nuevos iconos. La eclosión de las Crónicas vampíricas de Anne Rice y la película Entrevista con el vampiro, basado en el libro de la autora estadounidense, dio un nuevo giro a la vestimenta.

Ahora, algunos góticos se caracterizaban por sus vestimentas victorianas; otros, se decantaron por los oscuros mundos de Henry Selick (Pesadilla antes de Navidad) y Tim Burton. Ed Wood y Sleepy Hollow atrajeron a más jóvenes. Además, crearon un mercado con iconografía más moderna. Sin tanta afinidad, España cuenta con un buen número de góticos y tiendas especializadas. Sus dueños tardaron segundos en buscar la fotografía. «Parece que quieren y no saben o no pueden. Parecen poco góticas», aseguraba Raquel desde Music & Gothic, en Tomelloso (Ciudad Real). Carmen, de Arcania Gothic Shop en Alicante, era de la misma opinión que su colega: «Van poco airosas. Les falta mucho terciopelo y puntillas». En Valencia, David González daba otro análisis desde su ordenador. «Como mucho son siniestras, no góticas», apuntó el responsable de House of Rock.