Los cines ganan 3,7 millones de espectadores pero Cultura dice que pierden uno

A los productores del cine español se les atragantó ayer el desayuno. La web del Ministerio de Cultura actualizaba los datos provisionales de recaudaciones y la conclusión era desoladora. Si en los primeros seis meses de 2008 se vendieron 7,1 millones de entradas para ver películas españolas, este año apenas se han despachado 4,8. En resumen, más de 2 millones de espectadores menos y una cuota de mercado del 10,28%, siete puntos menos que el año pasado. Y eso que en este semestre se han estrenado dos taquillazos entre el público juvenil: Fuga de cerebros y Mentiras y gordas, con casi 2 millones de espectadores entre ambas.

Estas cifras se conocen en pleno periodo de alegaciones del borrador de la orden ministerial que desarrolla la Ley de Cine. Pero lo más insólito es que los datos de Cultura contrastan con los de la Federación de Cines de España (FECE), principales interesados en averiguar cuánta gente paga religiosamente su entrada. Según la patronal del sector, que agrupa a casi 3.000 de las 3.875 pantallas que hay en el país, el cine español, efectivamente, ha tenido un 30% menos de público (2,3 millones de entradas menos). Pero no es cierto que la asistencia a las salas en general haya disminuido en 816.000 espectadores, tal como asegura Cultura. A los cines les sale un incremento de 3,7 millones de espectadores, la inmensa mayoría, eso sí, para ver películas extranjeras.

«Cultura da los datos mal y tarde», lamenta la FECE, al tiempo que insisten en felicitarse porque se ha roto la tendencia a la baja de los últimos años. Estrenada ya la última de Almodóvar, al cine español le queda un último cartucho en lo que resta de año: Ágora, de Alejandro Amenábar, que ha retrasado su estreno hasta el 9 de octubre.