Mujeres de la etnia musulmana uigur en una manifestación convocada en Urumqi. / EFE
represión en china

Nuevos disturbios en Xinjiang entre la Policía y la minoría musulmana uigur

Urumqi declara el toque de queda para frenar la escalada de violencia étnica

PEKÍN Actualizado: Guardar
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Una nueva protesta de uigures, que se han enfrentado violentamente con la Policía china, ha estallado en la ciudad de Urumqi, capital de la región autónoma de Xinjiang, dos días después de los sangrientos incidentes que causaron 156 muertos y más de mil heridos y que se ha saldado con la detención de 1.434 personas.

El grupo de 300 manifestantes, muchos de ellos mujeres, rodeó a unos 60 periodistas extranjeros autorizados por Pekín a viajar a la zona a cubrir las protestas, gritando eslóganes y "creando un caos", ha asegurado un portavoz del gobierno regional. Otras mil personas presenciaban la escena, según las informaciones.

La protesta se produjo en un barrio de población mayoritariamente uigur donde el Gobierno regional había preparado un encuentro entre habitantes locales y periodistas. Todo comenzó cuando una mujer uigur se acercó con su hijo al grupo de reporteros, llorando e implorando la libertad de su marido, al parecer detenido tras las protestas del domingo. Otros uigures se sumaron a la protesta y la Policía intervino. En las cercanías del aeropuerto, se pueden ver signos de violencia, como coches destrozados, y según han señalado vecinos de la zona, anoche hubo allí y en otros lugares de las afueras de la ciudad nuevos episodios de tensión entre uigures y agentes.

Las autoridades regionales culparon al Congreso Mundial Uigur y a su líder, Rebiya Kadeer, de las muertes del pasado domingo aunque este grupo en el exilio niega rotundamente tener algo que ver con la "protesta pacífica" y acusa a las fuerzas de seguridad chinas de ser las que emprendieron una "brutal represión".

Toque de queda

El secretario del Partido Comunista de China (PCCh) en la región de Xinjiang, Wang Lequan, ha informado en un discurso televisado de la declaración del toque de queda, que prohibirá a los ciudadanos salir a la calle desde las 21.00 de hoy hasta las 8.00 de mañana, "para evitar un aumento del caos". Wang también ha pedido "el fin de la confrontación" entre grupos étnicos de la región. "La confrontación étnica debe ser prohibida definitivamente", aseguró el líder comunista.

Los uigures "no se atreven a salir de casa", aseguraron habitantes de la ciudad, cuyas calles están semidesiertas salvo por la presencia de paramilitares y "patrullas ciudadanas" de chinos han en bancos y comercios. El secretario del PCCh regional reconoció actos de venganza contra los uigures y aseguró que "algunos chinos tomaron las calles y causaron desórdenes públicos, algo totalmente innecesario".