entrevista a antonio poyatos

«Ascender con el Xerez fue una explosión de júbilo, de alegría inesperada»

Este jerezano subió con el Xerez a Segunda y ahora como secretario técnico azulino se siente satisfecho por aportar su granito de arena en el salto a Primera, aunque tiene la espinita clavada de no haber ganado títulos

Jerez Actualizado: Guardar
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Jerezano y xerecista. Antonio Poyatos sigue escribiendo páginas en su historia personal, y ahora, como secretario técnico del Xerez suma el ascenso de los azulinos a Primera División. Dos hitos a sus espaldas, conseguidos de forma diferente, aunque para este profesional valen su peso en oro. Como jugador, en la temporada 85/86 consiguió llevar al Deportivo a Segunda. Lo vivió, además, de forma especial, ya que suyo fue el único gol ante el Ceuta que abría el camino de la gloria. Han pasado los años, ha triunfado como futbolista en equipos de élite, como el Valencia, Logroñés o Sporting de Gijón en la máxima competición, aunque siempre se ha quedado a las puertas de levantar algún título. Ahora, desde las gradas, sin pisar el verde de los campos consigue el sueño esperado por todo aquél que ama los colores de su equipo, aportando su granito de arena, verá al Xerez la próxima temporada con los mejores equipos del mundo.

Antes, Poyatos marcó los primeros goles en el colegio Las Abiertas. Este jerezano de Torremelgarejo firmó pronto su primer contrato profesional en El Cuervo. Centrocampista, con mucha llegada al área rival, no tardó en despuntar y pronto recalaría en la división de bronce con el Xerez. Caracterizado por su contundencia, Antonio Poyatos analiza para LA VOZ sus éxitos personales y los del Deportivo.

- ¿Cómo vivió el ascenso con el Xerez a Segunda División?

Yo era un chaval, marcar el gol del ascenso, además de los seis últimos que logró el equipo en Segunda B, fue espectacular. Era increíble, porque ese año habíamos pasado por muchos problemas, con un encierro a principios de temporada, jugando los primeros partidos fuera de Jerez por el mal estado de los terrenos de juego y sin recursos económicos. Quizás todo eso hizo que hiciéramos una piña en el vestuario, unido a que el 80% de la plantilla eran chavales de la cantera. Por todo ello, era impensable que el equipo pudiera ascender ese año a Segunda. Fue una explosión de júbilo, de alegría inesperada, creo que fue uno de los momentos más importantes en la historia deportiva del Xerez, porque en esa época el fútbol estaba muerto en Jerez y a partir de ahí empezó la gente a engancharse a este deporte.

-¿Esa temporada era además complicada por todos los equipos que descendían a Tercera?

Sí, porque todos los augurios eran al principio para que el equipo bajara, porque en aquella temporada había una reestructuración donde descendían desde el octavo hasta la vigésima plaza. Del segundo al séptimo mantenían la categoría en Segunda B y sólo el primero ascendía a Segunda. Ser primero era impensable y fue brutal. Para mí tenía un valor doble, por ascender y por ser el equipo de mi ciudad.

-Tras varios años jugando en Segunda con el Xerez, dio el salto como profesional a Primera División, ¿cómo fueron esos años?

Con 24 años jugué mi última temporada en el Xerez, quedé libre y fiché por el Logroñés que estaba en Primera. Mis mejores años han estado en el equipo riojano y en el Valencia. Las tres temporadas que estuve en el Logroñés fueron años fenomenales tanto a nivel personal como deportivo. Después marché al Valencia, donde quizás tuve más repercusión por tratarse de un equipo grande, y fueron también tiempos fenomenales. La afición me acogió de manera fenomenal, deportivamente me fueron muy bien las cosas, porque todos los años era el jugador que más tiempo jugaba junto con Zubizarreta que era el futbolista de esa época. La única espinita clavada que tengo es no haber conseguido ningún título y haberlo rozado. Perdí una final de Copa del Rey y también una Liga en el último partido.

-Tras su retirada de los terrenos de juego, ahora trabaja para el equipo de sus amores y el que le vio crecer como jugador hasta su salto a Primera. Vive un nuevo ascenso, en este caso a la máxima categoría ¿cómo lo siente Antonio Poyatos?

Con mucha satisfacción de ver que el trabajo que hemos realizado ha dado sus frutos, aunque yo digo que el mérito fundamental es de Esteban, el cuerpo técnico y los jugadores que están haciendo una temporada sensacional. Para mí, ya te digo que tiene un valor doble este ascenso y es muy especial. No es lo mismo trabajar en un club de fuera que en el de tu ciudad, con tus amigos y tu familia. Entonces, poder triunfar aquí para nosotros tiene un valor incalculable. Lo que si nos hace es estar tranquilos, porque esto es fútbol y todo depende de los resultados. Cuando van bien, todo el mundo está contento, pero también puede ir mal, como el año pasado.

-¿Qué diferencias encuentra entre este ascenso y el conseguido como jugador?

Para mí son diferentes, porque yo siempre digo que el fútbol es para futbolistas y tú realmente disfrutas cuando te lo has trabajado durante todo el año en el terreno de juego. Aquella temporada supuso para mí algo más importante, pero también desde fuera, aunque no esté en el terreno de juego, eres parte de ese trabajo que se ha realizado. Estoy contento y satisfecho por haber aportado mi granito de arena.

-¿Qué le espera al Xerez y a la ciudad la próxima temporada en Primera?

Primera División es otro mundo, no tiene nada que ver con la Segunda. Es algo importantísimo para la ciudad y seguro que lo va a vivir a tope. Yo creo que debe ser una temporada para disfrutar y no para que la gente piense en otras cosas. Vamos a tener los mejores equipos del mundo, la Liga española es la mejor que hay en el mundo y es para saborearlo.

-El Valencia será uno de los equipos que visite Chapín, ¿será especial?

Sí, para mí el Valencia siempre es especial, por los buenos momentos. Le tengo un cariño tremendo. Sigo manteniendo contactos y grandes amigos en aquella ciudad, Valencia me le dio todo y por lo tanto yo siempre al Valencia le tengo un sitio guardado en mí corazón.