«Seguimos siendo objetivo para todos los ladrones»

Roche es una urbanización a pie de playa, aislada en parte, y compuesta por más de 1.400 viviendas de lujo, la mayoría de ellas deshabitadas durante buena parte del año y por tanto, muy vulnerables a los robos.

En los Majadales, en las conocidas como las Parcelas, en Roche Viejo y en la propia urbanización estos días el temor a que se produzca una oleada de robos es patente de nuevo. LA VOZ tuvo la oportunidad de comprobarlo ayer, después de que tres propietarios de inmuebles ubicados en estas zonas hayan denunciado otros tantos asaltos en medio de la noche que han tenido lugar hace sólo unos días. «Ahora con la crisis seguimos siendo un objetivo para los ladrones». Son palabras de Antonio, uno de los vecinos de esta lujosa urbanización costera a medio camino entre los municipios de Conil y Chiclana.

Su opinión es refrendada por otros residentes de Roche, pero, sin embargo, la gran mayoría de propietarios de la zona desconocía todavía ayer que se hubieran producido estos sucesos. «Acabamos de llegar para pasar unos días y no hemos oído nada», explicaba Miguel Anselmo, un madrileño afincado en la avenida de Europa, en la misma calle donde los amigos de lo ajeno han vuelto a actuar.

Para protegerse de los robos la urbanización de Roche cuenta con un sistema de vigilancia propio, conformado por varios turnos de efectivos de seguridad privada, un circuito cerrado de televisión y cámaras de control en los accesos al recinto.

A ello hay que añadir que la mayoría de viviendas unifamiliares cuentan con sistema de alarma, sensores de presencia y perros. Pese a estos dispositivos los ladrones se las ingenian para aprovechar cualquier rendija y asaltar la vivienda «Es difícil impedir que roben; sólo podemos esperar que no nos toque a nosotros», reconocía María Suárez, una de las vecinas más antiguas de esta urbanización.