Berlusconi impide la difusión de unas fotos suyas en fiestas con chicas jóvenes

El espinoso serial de la extraña relación del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, con la joven de 18 años, Noemi Letizia, menor cuando la frecuentaba, quema cada vez más cerca al magnate. Ahora resulta que hay fotos circulando por ahí. Al día siguiente de que Berlusconi jurara por sus hijos -una costumbre suya- que nunca ha tenido «relaciones picantes con menores» y que dimitiría si así fuera aparecen cientos de fotos de la célebre fiesta de Nochevieja con chicas en su villa de Cerdeña a la que acudió Noemi Letizia. Se habla de 700, aunque el fotógrafo aseguró ayer que son unas 200 ó 300, tomadas en 2007 y 2008 en diversos momentos, incluida la famosa velada. La fiesta fue revelada por el ex novio despechado de Noemi Letizia, que habló de la asistencia de «treinta o cuarenta chicas».

El Corriere della Sera y La Stampa daban noticia ayer de la existencia de estas fotografías y de que Berlusconi presentó el pasado miércoles una denuncia para impedir su publicación y un escrito al organismo garante de la privacidad. En el texto, el primer ministro afirma que «se trata de sujetos captados en momentos de absoluta intimidad del todo lícitos y sin algún particular relieve o connotación, incluso mientras se encuentran dentro de sus habitaciones». La Fiscalía de Roma acogió ayer su petición y ordenó el secuestro de las instantáneas, acusando al fotógrafo de violación de la intimidad e intento de estafa.

El reportero, un paparazzi sardo llamado Antonello Zappadu, ha replicado que ninguna de sus fotos viola la privacidad, pues corresponden a «lugares externos no calificables como morada privada» y que ha cubierto los rostros de las personas que consideraba menores. Es decir, según él, las había. El abogado de Berlusconi, Niccolò Ghedini, lo desmintió. En medio de la polémica, el fotógrafo se presentó ayer en una comisaría de Carabinieri para entregar un CD con las imágenes. Poco antes, había sido registrada la casa de su padre, de 92 años y que, indignado, hizo saber que había combatido en la guerra de Albania.

Cotilleo

Naturalmente, no se descarta que las fotos terminen por aparecer, pues el paparazzi también las ha ofrecido a medios extranjeros. Dentro del ambiguo terreno en que se mueve desde el principio este escándalo, entre el banal cotilleo y la cuestión política, la pregunta es qué se ve en las fotos y si pueden poner a Berlusconi en un aprieto, tras sus reiteradas negaciones de relaciones con Letizia y con menores. No obstante, la secuencia temporal revela que cuando Il Cavaliere hizo el jueves su juramento ya estaba enterado de la existencia de las fotos, pues presentó su denuncia el día anterior.

Según el Corriere della Sera, hay escenas de la llegada de huéspedes al aeropuerto de Olbia, entre ellos el ínclito Mariano Apicella, ex aparcador de coches y guitarrista de confianza de Berlusconi. El fotógrafo confirmó que un grupo de fotos son de huéspedes del magnate que llegan al aeródromo, «casi semanalmente» durante dos años, a pasar el fin de semana.

Lista de visitas

El interés de estas fotos, obviamente, es la lista de visitas de Berlusconi que acuden en «aviones militares», asegura el 'paparazzi'. Al tratarse de un lugar público, argumenta el autor, no hay violación de la intimidad. Otras imágenes serían de los jardines de la villa con chicas en topless, en bikini y duchándose al aire libre. Algunas pueden datar de mayo de 2008, durante la estancia del entonces primer ministro checo, Mirek Topolanek, según ha revelado el propio primer ministro en su escrito, y otras admite que corresponderían a «las vacaciones de Navidad 2008-2009». Es decir, la famosa fiesta.

La historia de las fotos es rara, como casi todo en este culebrón. El paparazzi es el mismo que cazó a Berlusconi en su villa de Cerdeña en el año 2007 paseando con un grupo de chicas de la mano y con tres sentadas en las rodillas, unas imágenes que fueron publicados por el semanal rosa italiano Oggi.

En esta ocasión, Zeppedu habría acudido a Panorama, una elección curiosa, porque es propiedad de Il Cavaliere. Las ofreció el pasado diciembre, antes del escándalo de Noemi Letizia, y le respondieron que no tenían interés. Desatada la polémica, volvió a la carga y lo primero que hizo la revista fue llamar a su abogado. Por eso, el primer ministro italiano pudo reaccionar de inmediato. Según Berlusconi, el fotógrafo había pedido un millón y medio de euros.