El popular Antonio Basagoiti saluda al nacionalista Íñigo Urkullu./ I. P.
ESPAÑA

El PNV se acerca al PP para forzar un cambio en Euskadi

Mariano Raj0y ha ofrecido a los nacionalistas «colaboración de futuro»

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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Es algo más que despecho por el desalojo del Gobierno vasco, es un paso estratégico. El PNV busca estrechar en Madrid sus relaciones con el PP con la mirada puesta en el País Vasco. Entre los nacionalistas vascos está cada vez más extendida la creencia de que los populares pueden ser la llave para recuperar el poder en Euskadi. En aras de este objetivo, el PNV está resuelto a ser el aliado parlamentario fiel de Mariano Rajoy en su acoso y derribo a José Luis Rodríguez Zapatero.

El distanciamiento entre PP y PNV es cosa del pasado. El diálogo entre ambas fuerzas es fluido en Madrid, y el portavoz de los nacionalistas en el Congreso, Josu Erkoreka, ha mantenido en las últimas semanas más de una reunión de mesa y mantel con dirigentes del entorno más cercano a Rajoy. No son los únicos contactos. En marzo pasado, después de las elecciones vascas, Rajoy tuvo una conversación con el líder del PNV, Iñigo Urkullu, en la que el presidente del PP ofreció a su interlocutor «colaboración de futuro». Inconcebible hace poco más de un año.

Los nacionalistas, con este giro, tratan de condicionar a José Luis Rodríguez Zapatero para que revise el aval al acuerdo entre PSE y PP en Euskadi que ha permitido a Patxi López convertirse en lehendakari. Un entendimiento que aún tiene detractores en el propio PSOE. Todavía es pronto para conocer los frutos de esta colaboración embrionaria, pero hasta ahora la sintonía de ambas formaciones en Madrid va a más. La unión de sus fuerzas en el Congreso, junto a las de CiU y otros grupos minoritarios, ha permitido propinar en las últimas semanas tres derrotas a los socialistas en votaciones menores.

El desengaño del PNV con el PSOE es total, y no sólo por su descabalgamiento del Gobierno de Vitoria, sostienen fuentes nacionalistas. Cada acuerdo con los socialistas es papel mojado después del apretón de manos, y en cambio, los pactos con los populares entre 1996 y 1998 estuvieron cincelados en mármol, recuerdan con nostalgia en el PNV. Por qué no apostar, entonces, por un nuevo entendimiento con el PP. Además, agregan las fuentes consultadas, «lo que nos va a dar uno nos lo va a dar también el otro». «O acaso habría habido diferencias con el traspaso de las competencias de I+D+i» acordado en diciembre pasado, se preguntan en el partido que lidera Urkullu.

Acortar el mandato

La nueva sociedad tiene un objetivo común: acortar la legislatura, sea mediante una moción de censura o con un adelanto electoral ante la imposibilidad de Rodríguez Zapatero para gobernar por su orfandad parlamentaria. Claro que este escenario requiere colaboradores adicionales, como CiU, pero para eso están las elecciones catalanas del próximo año. Un frente de PP, nacionalistas catalanes y vascos, junto a algún grupo minoritario, puede abocar al Gobierno a una situación inmanejable.

Los siguientes movimientos se trasladan al tablero del Parlamento vasco. En Vitoria, el PP es la clave para todo, para que gobierne uno u otro. Los populares apoyaron el 5 de mayo la investidura de López, pero también pueden retirar ese balón de oxígeno en cualquier momento, pese a las insistentes promesas de fidelidad hechas desde Rajoy al último dirigente popular.

Los socialistas están al tanto de estos movimientos y en la dirección del grupo parlamentario confiesan su preocupación. Rodríguez Zapatero también está enterado. El previsible triunfo del PP en las europeas, la probable victoria de CiU en las catalanas de 2010 y la consolidación de la alianza entre PP y PNV conforman un cuadro que despierta la inquietud en La Moncloa y debería generarla en Ajuria Enea.