La Palama de Oro es el preciado trofeo por el que compiten las películas de la sección oficial de Cannes. / Reuters
62 edición

Arranca la edición más austera del festival de Cannes en la que los grandes del cine compiten por la Palma de Oro

La crisis y la apuesta por los autores podría dejar la alfombra roja huérfana de actores

CANNES Actualizado: Guardar
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El Festival de Cine de Cannes ultima sus preparativos con dudas sobre quién pisará o no la alfombra roja, con un descenso de la ocupación hostelera pero, eso sí, con un plantel inmejorable de directores en la sección a concurso.

La Croisette, la bahía del glamour en la localidad francesa, estaba todavía saturada de camiones y de carpas a medio montar pocas horas antes de que llegue la gran cita del cine, aunque sea en formato de animación y en 3D, de la mano de Up, la última producción de Disney y Pixar. El haber elegido esta película para inaugurar parece una especie de metáfora: si no hay estrellas, habrá que crearlas y, si se puede, darles apariencia tridimensinal.

Y es que en una edición que ha apostado más por autores que por actores, el glamour se ha resentido y todavía no hay confirmación oficial sobre las posibles presencias de Brad Pitt, que presenta Inglorious Basterds; Jude Law, que actúa en la última película de Terry Gilliam, o Penélope Cruz, musa una vez más de Pedro Almodóvar en Los abrazos rotos. Sharon Stone estará por motivos benéficos, para la gala de la Fundación Americana para la Investigación del Sida, a la que este año asistirá el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, y, como el año pasado sucedió con Maradona o Mike Tyson, volverán a acaparar los flashes astros extracinematográficos como Mariah Carey y Lenny Kravitz -que presentan Precious-.

La edición de la crisis

Así las cosas, Cannes, que ha amanecía ayer con un sol espléndido, se decidía a engalanar las fachadas de muchos de sus edificios con fotografías de George Clooney, Hugh Jackman o Gael García Bernal. Ellos estarán durante todo el festival, no como muchos de los periodistas, que este año han reducido sus efectivos y cuya estancia en la ciudad ha pasado, en muchos casos, de todo el festival -desde mañana hasta el 24 de mayo- a sus seis días más bulliciosos: del 14 al 20. En octubre, cuando la crisis era aún inminente, sí había un lleno casi absoluto -muchas reservas hoteleras se fueron ya firmadas al terminar el certamen el año pasado-, pero la situación económica ha ido aumentando el número de cancelaciones por parte de los medios acreditados.

El presidente del Sindicato Hostelero de Cannes, Michel Chevillon, ha señalado que ha habido un descenso de entre el 10 y el 15% en la ocupación de los hoteles, aunque matizó que las cifras de 2007 y 2008 habían sido históricas por lo que la situación sigue siendo "satisfactoria".

Mientras que Vanity Fair tampoco dará este año su tradicional y excesiva fiesta, mientras que el alquiler de yates también acusa un descenso. La prensa local se hace eco de cómo el Hotel Martínez -uno de los epicentros del glamour del festival- no ha recortado su despliegue de medios y ha contratado 15 kilos de caviar, 1700 langostas y 3000 cigalas para agasajar a sus huéspedes más célebres.

Grandes nombres a por la Palma de Oro

Y es que al fin y al cabo, de lo que se trata, es de que el apetito del cinéfilo no quede insatisfecho, algo que parece improbable puesto que algunos de los directores más influyentes de los últimos treinta años, desde el estadounidense Quentin Tarantino al taiwanés Ang Lee, presentan sus nuevos trabajos en Cannes .

El danés Lars Von Trier, el austríaco Michael Haneke y el francés Alain Resnais también optarán a la Palma de Oro que otorga el jurado presidido por la actriz francesa Isabelle Huppert, que también tendrá que examinar las nuevas cintas de Gaspar Noe, Jane Campion, Park Chan-wook o el citado Almodóvar. El cine español, además, tendrá una presencia destacada, ya que al director manchego se suma un segundo título en la pugna por la Palma de Oro, Isabel Coixet con Mapa de los sonidos de Tokio, algo que no sucedía desde 1988, cuando Vicente Aranda y Carlos Saura coincidieron en la competición.

Cannes, caracterizado por desplegar acontecimientos relevantes a través de todas las secciones y celebraciones posibles, tendrá además fuera de la competición a Alejandro Amenábar presentando Ágora, y el último trabajo de Heath Ledger -que no pudo acabar-, para la película de Terry Gilliam. Retornos como el de Francis Ford Coppola, que inaugura la Quincena de los Realizadores con Tetro, o el de Martin Scorsese, sin película pero en Cannes para presentar la sección de cine clásico del festival, animarán la fiesta, así como la clase magistral impartida por los dobles ganadores de la Palma de Oro, los hermanos Dardenne.