De 66 años y casada con una mujer periodista desde 2002, Jóhanna Sigurdardóttir tiene dos hijos de un matrimonio anterior./ Efe
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La revolución llega al Gobierno de Islandia

La primera ministra islandesa afronta un doble desafío que sumar a su amplia lista: sacar al país de la crisis y llevarlo a la UE

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La socialdemócrata Jóhanna Sigurdardóttir ha llevado a la izquierda a su primer triunfo en unas elecciones en los 65 años de independencia de Islandia. La nueva primera ministra, que se convirtió hace dos meses en la primera mujer en acceder al cargo en Islandia tras la formación de un Gobierno minoritario, ha acabado con la hegemonía del conservador Partido de la Independencia.

De 66 años y casada con una mujer periodista desde 2002, Jóhanna Sigurdardóttir, que tiene dos hijos de un matrimonio anterior, es la primera jefa de gobierno en el mundo abiertamente homosexual. El triunfo de anoche le ha permitido cumplir una promesa de hace 15 años, cuando perdió las elecciones internas del Partido Socialdemócrata.

Antes de abandonar el partido para fundar el Movimiento Nacional, que en 1999 integraría la Alianza Socialdemócrata, dejó para el recuerdo una frase lapidaria que se ha incorporada de forma irónica al idioma islandés: "Minn tími mun koma!" (Mi tiempo llegará). La propia líder socialdemócrata se parafraseó a sí misma después de conocerse su victoria y afirmó hoy que su "tiempo", el de ella y el de su partido, había llegado por fin.

Una economía colapsada que busca el euro

Defensora del ingreso en la UE y la adopción del euro, que ha calificado como el "futuro" de Islandia, Jóhanna Sigurdardóttir deberá ahora convencer a un país tradicionalmente "euroescéptico" y sacar a Islandia de la mayor crisis de su historia reciente, que propició su inesperado ascenso al poder hace dos meses. La crisis provocó el pasado octubre el colapso de la economía islandesa, puso al país al borde de la bancarrota y causó en enero la caída del primer ministro conservador, Geir Haarde, tras tres días de intensas protestas populares.

Esta graduada en Comercio y ex azafata en las aerolíneas públicas, donde fue líder sindical, se convirtió en primera ministra cuando los socialdemócratas, socios minoritarios en la anterior coalición con los conservadores, recibieron el encargo de formar un Gobierno en minoría con el Movimiento de Izquierda Verde. La enfermedad de la hasta entonces líder socialdemócrata, Ingibjörg Sólrún Gísladóttir, operada de un tumor benigno, le allanó el camino a Jóhanna, muy popular por su defensa de las minorías y la familia en sus distintas etapas como ministra de Asuntos Sociales.

De esa época le viene el apodo popular de "santa Jóhanna" por su compromiso con los más desfavorecidos, que le ha otorgado una fama de política honesta e íntegra, un valor añadido en un país salpicado por múltiples casos de corrupción en la clase política. La jefatura de Gobierno era una salida provisional para Jóhanna, pero el respaldo dentro del partido, su popularidad y su buena relación con los "verdes" la convencieron para presentarse a las elecciones internas, donde logró el 97 por ciento de los votos.

Elegida por primera vez diputada en 1978, ha permanecido en el Parlamento desde entonces, aunque representando a 3 partidos distintos, todos de orientación socialdemócrata. Vicepresidenta del Partido Socialdemócrata de 1984 a 1993, fue ministra de Asuntos Sociales entre 1987 y 1994, y después de su derrota en las internas, se mantuvo en la oposición una década, pero sin perder protagonismo político. Tras las elecciones de 2007, la formación de una coalición entre conservadores y la Alianza devolvió al Gobierno y a su cartera de Asuntos Sociales a Jóhanna, que no forma parte de los clanes familiares de Reikiavik que suelen dominar la política islandesa. Jóhanna Sigurdadórttir afronta ahora un doble desafío que sumar a su amplia lista: sacar al país de la crisis y llevarlo a la UE.