PICO Y PALA. Un trabajador, en las calles de Cádiz. / JOSÉ LÓPEZ
Ciudadanos

La provincia destruye 25.000 empleos en un año y se sitúa en niveles de 2000

El número de parados en Cádiz se dispara a los 145.100 entre enero y marzo La tasa de desempleo escala hasta el 26,05%, la tercera más alta del país

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Son insaciables. La oscuridad que impregna a las cifras relacionadas con el mercado laboral (hace tiempo que da un poco igual si hablamos de España, Andalucía o Cádiz porque el negro no admite matices) devora puestos de trabajo como una pandemia bíblica. Esta vez ha sido la Encuesta de Población Activa que elabora el Instituto Nacional de Estadística de forma trimestral la que ha removido los cimientos de esta recesión. Entre enero y marzo de 2009, la provincia fue incapaz de generar trabajo alguno para 145.100 personas.

El concepto de parado de la EPA es más duro que el habitual del INEM, ya que la primera califica como ocupado al que ha trabajado al menos una hora en la semana anterior del estudio y por esta exhaustividad es por lo que sus números son los válidos para los organismos internacionales a la hora de hacer comparaciones. La EPA es lo más parecido a la verdad y esa certeza atestigua que la provincia ha casi duplicado el número de desempleados entre el primer cuarto del año 2008 y éste, de 98.700 a 145.100. Ahora mismo, hay tantos parados como en los pasos iniciales del siglo.

La verdad, por definición, es única, pero tiene muchas formas de ser contada. Al drama del paro se llega por la pérdida del puesto de trabajo. Para el INE, la clave se encuentra en la evolución del número de ocupados (es decir, los que han desempeñado un puesto). Cádiz tenía, justo al término de marzo, 412.000 trabajadores con algún ingreso, 18.000 menos que cuando se fue el año 2008 y 38.000 por debajo de lo que se computó hace medio año.

Ni el turismo

La sangría pierde una escala en el rojo si se recuerda la cantidad que se apuntó el primer trimestre de 2008: de 437.500 empleados, unos 27.000 más que ahora. La explicación de que haya mayor distancia en un periodo de tiempo menor se debe a que Cádiz añadió ocupados en plena vorágine adversa, a mediados del año pasado, cuando el último aliento del turismo mantuvo al sector servicios mientras todos los demás se desplomaban. Aun así, es el peor registro desde el año 2005, exactamente en el punto de inflexión de la supuesta bonanza que atravesamos hace no tanto..

Adiós a la felicidad: a fecha de abril de 2009, todos los sectores (excepto la agricultura, que a primeros de año vive su particular temporada alta) de actividad han disminuido sus nóminas gaditanas. El cetro se lo queda la inevitable construcción, que entre diciembre y marzo ha abandonado a 10.000 de sus miembros. De unos meses a esta parte, al abismo bajo los pies del ladrillo no se le encuentra fondo y se han perdido la mitad de los efectivos (de unos 70.000 en el epílogo del derrumbe inmobiliario a 37.000 en estos momentos). Cuando comenzó 2008, las hormigoneras pagaban al 14% de los asalariados en la provincia; hoy no da abasto ni para el 9%. Por primera vez en mucho tiempo, hay más personal en la industria que en la construcción.

¿Hay algo bueno?

Eso no significa, en cambio, que el sector secundario viva en la calma, sobre todo, porque se ha dejado en el camino de un año a cerca de 4.000 personas.

Por último, y dejando a un lado al sector primario, con sus 18.500 agricultores y pescadores (unos 2.000 y 3.000 más que en diciembre y enero de 2008, respectivamente), los servicios agotan su prestancia, si bien dan una tímida buena señal. Lo tenebroso es que son 313.300 los gaditanos que siguen viviendo de la administración, la hostelería o el comercio (8.000 de resta); la pálida luz hay que buscarla en que en el primer trimestre del ejercicio anterior eran 314.000, con lo que en un sector que marca tres de cada cuatro empleos en la provincia sólo se han quedado sin nada un millar. Y ahora viene la temporada alta turística.

El bronce

En cualquier caso, y antes de que se piense en el futuro que puede sobrevenir, hay que terminar de explorar el pasado. Cádiz encara el año 2009 con una tasa de paro del 26,05%, la tercera más alta de España. Le superan Málaga y Las Palmas y al menos, aleja al mercado local del sambenito de ser el rincón con más parados del país (lo ha sido tantos años...). Esa medalla de bronce en el porcentaje general le permite repetir en el de hombres (un 25,53%) y bajar hasta el quinto puesto en el femenino (un 26,81%). Con todo, el consuelo escuece cuando se ilustra que esos dígitos suponen que uno de cada cuatro gaditanos en edad de trabajar (más de 16 años) no logra ni una hora remunerada a la semana.