ESPAÑA

«La Policía y la Guardia Civil buscan ya al nuevo número uno de la banda»

«El diálogo es el pasado», advierte Pérez Rubalcaba a los terroristas

| COLPISA. MADRID / VALLADOLID Actualizado: Guardar
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Alfredo Pérez Rubalcaba volvió ayer a utilizar, casi en su literalidad, una frase que ya usó el pasado diciembre cuando cayó Aitzol Iriondo, Gurbitz, el anterior jefe militar de ETA: «No sé si en este momento ETA tiene designado ya al sustituto de Jurdan Martitegi, igual ni siquiera saben quién va a ser, pero la Policía, la Guardia Civil y las fuerzas de seguridad francesas le están buscando ya». Y el futuro del nuevo responsable de los comandos etarras, vaticinó, será el mismo que el de Martitegi, Gurbitz y el inmediato antecesor de ambos, Garikoitz Aspiazu, Txeroki, capturado en noviembre.

El ministro del Interior, que compareció en Madrid acompañado de la cúpula de la Policía y de los servicios de Información, recordó que la lucha antiterrorista está siendo «especialmente eficaz» en los últimos tiempos, hasta el punto de que en sólo seis meses han caído tres de los máximos responsables de la banda y dos comandos, el ahora desmantelado y otro en Navarra, antes de comenzar a atentar. Unos datos que demuestran que la organización armada «no atraviesa los mejores momentos».

Pérez Rubalcaba aseguró tajante que Jurdan Martitegi, del que destacó su «siniestra biografía» era «con toda seguridad el jefe del aparato militar de ETA» y que ocupaba un puesto «muy alto» en la organización, ya que, tras su paso por el sanguinario comando Vizcaya desarticulado en julio, Txeroki «le reclamó para la dirección de la banda». No obstante, el máximo responsable policial no quiso entrar en la «discusión» de si este cabecilla terrorista era el máximo dirigente en todos los niveles o si en ese puesto lo desempeña José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera.

Debate inútil

El máximo responsable de las fuerzas de seguridad confirmó, a la vista de esta cadena de golpes policiales, que la banda se halla inmersa en un debate interno sobre si debe abrirse un nuevo proceso de diálogo con el Gobierno. En ese punto, Pérez Rubalcaba quiso dar un mensaje muy claro a los etarras: «el proceso de diálogo es el pasado y el pasado nunca vuelve».

«La disyuntiva ante la que está ETA no es diálogo sí o diálogo no; si lo deja o no lo deja. En resumen, la disyuntiva es dejarlo o dejarlo. O lo deja porque lo decide o lo deja porque nosotros le obligamos a dejarlo», apuntó el ministro.

Un mensaje casi idéntico dio el presidente del Gobierno en Valladolid. José Luis Rodríguez Zapatero, cuando afirmó que «la lucha por el fin del terrorismo es imparable» y garantizó que «terminaremos con ETA para que la libertad y la paz reinen en Euskadi y en el conjunto de España».

«La violencia ciega, el fanatismo y el asesinato lo único que provocan es más vida», enfatizó el líder del PSOE para insistir en la necesidad de erradicar esta lacra de la sociedad. «Vamos a acabar con el terrorismo», apostilló.

El presidente que tildó la detención de Martitegi de «gran operación antiterrorista», prometió que su gobierno continuará trabajando para «alcanzar la paz».