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La defensa pide hoy en la Audiencia la puesta en libertad del esposo de la menor mauritana

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El abogado del marido de la menor mauritana que se encuentra en prisión, condenado por un delito de agresión sexual a trece años de cárcel, solicitará hoy en la Audiencia Provincial su puesta en libertad y que no se prorrogue su estancia en el centro penitenciario hasta que el Supremo se pronuncie sobre la sentencia condenatoria, actualmente recurrida, según confirmó el propio letrado, José Álvarez.

Nuevamente será la Sección Tercera la que resuelva esta petición. Es la misma sala que dictaminó la condena de este individuo, El Moctar Ould Abderrahmane, y de los padres de la víctima, la joven de 16 años que en 2007 denunció haber sido forzada a casarse y mantener relaciones sexuales con el acusado, de 42 años y primo de su familia.

La Audiencia Provincial se pronunció la semana pasada sobre el recurso de la Fiscalía en el que solicitaba el ingreso en prisión de los padres de la menor, dictando un auto en el que desestimaba el recurso del Ministerio Público y por tanto, manteniendo la situación de libertad para los progenitores hasta el pronunciamiento del Tribunal Supremo.

Dicho auto será la base argumental de la defensa, que apelará al principio de igualdad para que no se prorrogue el encarcelamiento de El Moctar Ould Abderrahmane, quien soporta una pena inferior a la de Hawa Mint Cheik, madre de la víctima.

Ésta fue sentenciada en marzo a 17 años de prisión por un delito de violación, otro de coacciones y un tercero de amenazas; mientras que el padre de la adolescente fue condenado a 18 meses por amenazar a su hija.

En la celebración del juicio, la menor declaró que le llegaron a decir que si no mantenía relaciones sería lapidada o devuelta a Mauritania, porque la víctima, pese a nacer en Puerto Real, adoptó desde su nacimiento la nacionalidad mauritana.

La joven vive con unos vecinos españoles, a los que la Junta les reconoce un acogimiento de pleno derecho. Sin embargo, siempre ha estado bajo la tutela de su familia biológica, la cual decidió el verano de 2005 llevarla a Mauritana para que contrajera matrimonio con un familiar.

Según declaró la chica, fue violada allí por su esposo y tras enfermar, volvió a España. Posteriormente, vino el marido y también fue obligada a mantener relaciones bajo amenazas. Ese episodio fue lo que la Audiencia juzgó hace unas semanas.