'Overbooking' en casa

Antonio Matamalas tiene una pequeña joyería, establecimiento que le permite sacar adelante a su familia sin grandes comodidades. Algo por lo que está agradecido en los tiempos que corren, sobre todo porque tiene nada más y nada menos que once hijos.

Su mujer, Encarnación Manosalvas, se ha convertido en una experta en ahorro y economía. A ello hay que unirle un máster en organización: «Sin ella estamos perdidos porque somos once (dos de los hijos viven fuera de la provincia) para comer con diferentes horarios, once para ducharse. Pero bueno sólo hay que organizarse, por ejemplo el sábado comemos todos juntos y ese día hay paella y eso es así siempre, ninguno nos lo saltamos».

El mayor de sus hijos tiene 23 años y la menor tan sólo tres. Nueve hermanos conviven en un piso de la calle Colón de San Fernando. Es un descontrol de horarios, de actividades, estudio, aunque cada uno tiene su planificación diaria y su vida transcurre «igual que el resto de familias».

Antonio aporta algunas claves de por qué la natalidad ha descendido: «La sociedad parece estar estudiada para que no se tengan muchos hijos pues tanto Infantil, Primaria como Secundaria tienen distintos horarios de entrada y salida. Además no hay suficientes ayudas. Nosotros hemos vivido durante ocho años en Australia y yo sólo trabajaba cinco horas. Pues bien, con eso y las ayudas que facilitaba el Gobierno era suficiente para que saliéramos adelante».

Cuando pasean por la calle todos juntos llaman la atención del resto, algo que les resulta incómodo. Según Encarnación, «sobre todo porque muchas personas se acercan a decirte cosas de modo despectivo como dónde vamos con tantos niños, si no tenemos suficientes y esas cosas. Ni que yo le pidiera a ellos que le limpiaran el culo a mis hijos».

Piden más ayuda social y comprensión con su situación: «En agua y luz siempre pagamos exceso porque nos salimos de la media y es norma porque nosotros no estamos en la media».