MADRE. Hawa Mint Cheik, ayer en su domicilio. / T. B.
Ciudadanos

«Tenemos la esperanza de que algún día la verdad salga a la luz»

Los padres de la adolescente piden que la Junta se haga cargo de la joven y la retire de la familia española que la acoge «ilegalmente»

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Mohamed Ould Abdallahi y Hawa Mint Cheik, los dos padres de la menor condenados a un año y medio de cárcel (él) y 17 años (ella), acudieron ayer, como cada quince días, a los juzgados de Puerto Real para constatar con su firma que a pesar de la libertad condicional, no pretenden huir del país. «Llevamos 17 años viviendo aquí y no tenemos intención de marcharnos», recordaban los padres a la marea de medios nacionales que ayer acudieron a las mismas puertas de los juzgados para conocer la impresión del matrimonio ante la noticia de que, por ahora, no irán a la cárcel.

La decisión de la Audiencia les ha provocado una mezcla de sentimientos: por una parte «alegría», unida al «dolor» y otro sentimiento de «esperanzas de que un día salga a la luz toda la verdad», según dice Hawa. Los padres de la menor hablan constantemente de «verdad», pues consideran que todo el juicio «se ha debido a un engaño de la familia» con la que la menor vive acogida, «de manera ilegal», se apresura a recordar Hawa en su lengua, traducida por cuantos familiares la acompañan estos días. No en vano, piden a «la Junta que medie para que la niña no siga con esa familia y sea acogida en un centro u otra familia», reclamaban ayer.

En una especie de diálogo de sordos, la familia repite que «la menor se casó legalmente, tenemos todas las pruebas y documentación que lo demuestran», recuerdan los padres. Aunque la sentencia de la Audiencia Provincial y el propio presidente del tribunal en la última sesión del juicio recordaron que lo que se juzgaba no ha sido la validez del enlace matrimonial, sino la violación materializada por el marido en junio de 2007.