FÚTBOL | PRIMERA DIVISIÓN

Gavilán golpea a un Sevilla sin suerte

El poste evitó dos goles de los locales y el Getafe se aprovechó de un error defensivo (0-1)

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Gavilán rompió la racha de ocho partidos consecutivos sin perder que llevaba el Sevilla y, además de alejar al Getafe del descenso, dio también un empujón importante a Víctor Muñoz, cuya continuidad estaba pendiente del partido del Sánchez Pizjuán. El extremo valenciano fue el encargado de golpear a un Sevilla al que, sobre todo, le faltó gol, aunque no le acompañó nada la suerte. El poste evitó dos tantos, de Luis Fabiano, al comienzo del segundo tiempo, y de Kanouté, en el último minuto, cuando el Sevilla buscaba a la desesperada un empate que habría merecido. El Getafe se aprovechó de un error defensivo de los locales y certificó así un triunfo inesperado del que estaban muchísimo más necesitados los madrileños, ya que, si no se relajan en la recta final del campeonato, los andaluces tienen asegurado el billete para la previa de la 'Champions'.

Ya tuvo sus opciones el Getafe en el primer periodo, aunque fue el Sevilla el que llevó casi siempre la iniciativa y podría haberse ido al descanso con ventaja si el asistente no hubiese anulado con acierto un gol a Luis Fabiano pasada la media hora, aunque el brasileño casi se encontraba en línea. Fue Luis Fabiano quien encabezó prácticamente todas las acciones ofensivas del Sevilla, al que le costó entonarse pero una vez que lo hizo llegó con mucho peligro a la portería de un Getafe excesivamente ansioso dada su situación. Salvo al final del encuentro, a Kanouté no le llegaron apenas balones y su equipo lo acusó. El Getafe, sin embargo, no lo pasó nunca bien en defensa, y cuando atacó echó en falta más participación de Granero, pese a los intentos de Manu y Soldado, que dispuso de una gran ocasión a los 25 minutos que se fue rozando el palo.

Tras una mala primera parte creció en intensidad el duelo tras el descanso, cuando el Sevilla por fin se hizo dueño del balón y puso cerco a la puerta rival. Pero no encontraba el camino el equipo de Manolo Jiménez, que buscó más profundidad y alegría con la entrada de Perotti y Diego Capel. Poco después del primer cambio la madera impidió marcar a Luis Fabiano, en una de las ocasiones más claras de los sevillistas, que pese a su dominio territorial, se fueron desanimando ante un rival que mejoró bastante defensivamente. Al contrario que el Sevilla, que cuando confiaba en que su trabajo e insistencia daría frutos, se encontró con una inesperada internada de Gavilán y pagó su incertidumbre atrás. El extremo getafense encontró una autopista por la izquierda y resolvió con brillantez. Al Sevilla le entraron entonces las prisas, y a Jiménez no le quedó otra que retirar a Dragutinovic y sacar a Koné. Pero el partido ya estaba inclinado hacia un lado y el Getafe, a base de presión y colocación, superó el difícil trago.

También con mucha fortuna, por ese último palo de Kanouté y el inmediato remate de Luis Fabiano que chocó milagrosamente contra Stojkovic cuando el Pizjuán celebraba la igualada.