El primer ministro italiano ha sobrevolado la zona afectada por el terremoto. / Efe
tiembla el centro del país

El terremoto de 5,8 grados en Italia deja más de 150 muertos y cerca de 1.500 heridos

Cerca de cien mil personas han tenido que abandonar sus hogares

ENVIADO ESPECIAL L'AQUILA (ITALIA) Actualizado: Guardar
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Mañana fría y aterradora en L'Aquila. "El centro histórico tiene una imagen fantasmal". Esa es la impresión de nuestro corresponsal Íñigo Domínguez a su llegada a la zona más afectada por el terremoto de 5,8 grados -considerado moderado- en la escala Richter, que ha sacudido esta pasada madrugada al centro de Italia y que de momento deja más de 150 muertos y 1.500 heridos, según ha confirmado el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.

Cascotes y cristales en el suelo, edificios dañados, afectados con maletas en los alrededores de la ciudad, autopistas cortadas, gente resguardada en los coches, tuberías rotas, excavadoras quitando escombros... Esa es la estampa del epicentro del terremoto a esta hora de la mañana. Desorientación, en definitiva, pese a que los servicios de emergencia trabajan sin descanso. Según los últimos datos oficiales del Gobierno italiano, el número de víctimas mortales supera los 150, una cifra que no hace más que aumentar según pasan las horas. Los heridos son "más de 1.500", según ha señalado el propio Berlusconi en un programa de televisión. Se confirman así los temores de por la mañana, cuando ya se avisaba de que el número de cadáveres iría subiendo conforme avanzaran las tareas de desescombro y rescate.

Mientras las labores para intentar rescatar a los supervivientes entre las ruinas no cesan, pese a la lluvia y la oscuridad de la noche, dos réplicas del seísmo han hecho que saltaran de nuevo todas las alarmas en la zona. A las 23:57 horas en los alrededores de las ciudades de L'Aquila, Barreto y Scoppitto se ha registrado un nuevo temblor de magnitud de 3,8 grados y poco más de una hora después la tierra ha vuelto a temblar con una magnitud de 4,8 grados en la escala Richter.

Tareas de recate

El ministro del Interior, Roberto Maroni, señalaba horas después del terremoto que lo más urgente es buscar bajo los escombros de los edificios derrumbados, una labor para la que se ha movilizado a unos 1.500 bomberos, cien policías y otros tantos "carabinieri" (policía militarizada), aunque el primer ministro, Silvio Berlusconi, añadía horas después que son necesarios en la zona devastada 1.200 bomberos y mil soldados más. Según los cálculos iniciales, unas cien mil personas han tenido que dejar sus casas por el terremoto. La lluvia dificulta los trabajos aunque los servicios de emergencia permanecen en la zona más afectada de L´Aquila y se centran en el casco histórico de la ciudad.

El ministro de Sanidad, Maurizio Sacconi, al término de la reunión de la unidad de crisis establecida tras el terremoto, ha hecho un llamamiento para que se done sangre. "Estamos movilizados las veinticuatro horas del día en estrecha coordinación con Protección Civil, como debe ser. Nuestra labor es verificar si el Servicio Sanitario Nacional es cuanto menos capaz de ofrecer soluciones", ha señalado Sacconi.

Centenares de heridos

Según los datos ofrecidos por la Protección Civil italiana, el temblor se produjo alrededor de las 3.35 hora local con epicentro a cinco kilómetros de profundidad. La zona más afectada fue la de L'Aquila -de unos 70.000 habitantes-, en la región del Abruzzo y a unos 100 kilómetros al norte de Roma, donde numerosos edificios -Protección Civil habla de 10.000 a 15.000- se derribaron, entre ellos la cúpula de la iglesia de las Almas Santas, en el centro histórico. La catedral también sufrió daños estructurales. Otras poblaciones cercanas como Villa Sant'Angelo, Paganica, San Demetrio, Onna Fossa y Poggio Picenze también sufren las consecuencias del terremoto.

Los heridos se acumulan en los hospitales de la zona para ser atendidos. En el centro hospitalario de la localidad sólo hay un quirófano, por lo que se ha tenido que levantar un hospital de campaña para hacer frente a todos los pacientes que necesitan atención, muchos de los cuales están siendo tratados a las puertas del centrol, dado que no queda espacio en el interior. Además, los más graves han tenido que ser trasladados en helicópteros a otros lugares. El temblor también fue percibido por habitantes de la capital italiana, muchos de los cuales llamaron alarmados a los servicios de emergencia para saber si tenían que tomar medidas de precaución. Sobre las 9.00 horas todavía se produjeron réplicas del seísmo, que han llegado a alcanzar los 3,8 grados.

El primer ministro Berlusconi ha dictado un decreto de emergencia nacional y tras la celebración de un Consejo de Ministros extraordinario, ha declarado una jornada de luto nacional el día que se celebren los funerales oficiales por las víctimas y aprobado 30 millones de euros de ayudas de forma inmediata para los damnificados. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ya le ha ofrecido toda la colaboración que necesite. Zapatero, que ha expresado su solidaridad y sus condolencias por las víctimas, ha enviado un mensaje al primer ministro italiano para interesarse por la situación. Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Rusia, Dimitri Medvédev, también se han puesto en contacto con Berlusconi para trasladarle su pesar y solidaridad en estos momentos.