De izquierda a derecha, la esposa del primer ministro británico, Sarah Brown; el primer ministro británico, Gordon Brown; el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa, Michelle Obama, posan antes de su reunión en Downing Street, / Efe
cumbre del g-20

Obama y Brown prevén un «acuerdo global» contra la crisis pese a las diferencias

El presidente de EEUU asegura que su país "no puede ser el único motor" de crecimiento de la economía mundial

MADRID Actualizado: Guardar
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Todo está preparado para la esperada cumbre del G-20 que comienza mañana en Londres y muchos de sus líderes ya están allí. Sin duda el que mayor expectación ha generado es el nuevo presidente de EEUU, Barack Obama, que llegó anoche a bordo del Air Force One y hoy mismo ha comenzado la jornada inicial de su gira por Europa con una reunión con el primer ministro británico, Gordon Brown, la primera de una serie de contactos bilaterales que serán su prueba de fuego como mandatario internacional.

Obama ha afirmado que los países miembros de este grupo deben actuar con un "sentido de urgencia" para hacer frente a la crisis económica. En una rueda de prensa en el Foreign Office junto Brown, el mandatario estadounidense ha asegurado que "sólo podremos resolver esta crisis juntos" y ha agregado que "tenemos la responsabilidad de coordinar nuestras acciones".

Durante la intervención del primer ministro británico, éste ha admitido que las negociaciones para alcanzar un acuerdo "no serán fáciles", pero ha añadido que los líderes "tendremos que tomar mañana decisiones" y "eso es lo que haremos". "Los problemas globales requieren soluciones globales. No nos podemos permitir una cumbre de mínimo denominador común", ha sentenciado.

Obama, en actitud de escucha

El presidente estadounidense ha asegurado que no acude a la reunión "para dar lecciones, sino para escuchar" y por ello ha consultado con el resto de los países miembros en las semanas previas a la reunión. Ha lanzado un llamamiento contra el proteccionismo al asegurar que "cuando los países dejan de cooperar y se vuelven hacia sí mismos, los problemas sólo crecen".

"Estoy convencido de que hay un enorme consenso acerca de la necesidad de actuar al unísono para resolver los problemas", ha sostenido Obama acerca de las diferentes posiciones de EEUU y el Reino Unido, más partidarios de planes para estimular la economía, y otros países europeos, que quieren poner énfasis en la regulación del sistema financiero. El presidente estadounidense ha restado importancia a las informaciones sobre diferencias entre los países miembros.

"Las cumbres no son visualmente interesantes. Los comunicados están redactados en un lenguaje árido. Por lo tanto, hay un gran deseo de inyectarle algo de drama", ha explicado, pero "guardo una gran confianza en que EEUU, como país igual a los demás, ayudará a liderar en estos tiempos difíciles". Según el mandatario, "nuestra meta es que cada país, de acuerdo con su mentalidad política y sus circunstancias económicas, haga lo necesario para que crezca la economía".

Preguntado acerca de las acusaciones europeas de que la responsabilidad de la crisis yace en las prácticas del sistema financiero de EEUU, Obama ha replicado que está "menos interesado en echar culpas que en resolver el problema".

Expectación ante la llegada de los Obama

Obama llegó hoy a las 08.10 horas locales (7.10 GMT) al número 10 de Downing Street acompañado de la primera dama de EEUU, Michelle, vestida con un traje de chaqueta rosa. Ambos posaron, como es costumbre, con Brown y su esposa, Sarah, vestida de azul, antes de pasar al interior de la residencia del primer ministro británico. El presidente estadounidense, en un simpático gesto, estrechó la mano del mayordomo que le abrió la puerta de la residencia.

Washington y Londres coinciden en recetar planes de estímulo económico como una de las principales herramientas para atajar la crisis, algo en lo que han encontrado resistencia entre otros países europeos. Francia amenazó ayer con abandonar la reunión si no se adoptaban medidas concretas en esa cumbre. Hoy mismo Sarkozy ha advertido de que por ahora no hay un acuerdo satisfactorio y que considera que se debería incluir la regulación financiera y los paraísos fiscales y de que no suscribirá "un comunicado de falsos compromisos".

Aunque la reunión comenzará mañana, los mandatarios de todos los países miembros acudirán hoy (los que aún no estén allí) a la capital británica, donde serán recibidos en el Palacio de Buckingham por la reina Isabel II de Inglaterra y cenarán en la residencia del primer ministro británico, Gordon Brown, en Downing Street.