El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband, en una imagen de archivo.
crisis financiera mundial

Miliband: «Una conferencia de un día no soluciona los problemas del mundo»

El ministro de Exteriores británico pide no suscitar "expectativas" que no se puedan cumplir de cara a la cumbre del G-20

LONDRES Actualizado: Guardar
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El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband, ha declarado que cree que la grave crisis económica internacional se debe afrontar con "idealismo y realismo" y que no sería sensato esperar que la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G20 del 2 de abril en Londres solucione todos los problemas.

"Hemos sido cuidadosos a la hora de no suscitar unas expectativas que no se puedan cumplir. Una conferencia de un día no soluciona los problemas del mundo", ha explicado Miliband en declaraciones en el Foreign Office. El objetivo principal de la reunión de abril, en su opinión, debe ser "fijar un nuevo rumbo y tomar decisiones concretas que mejoren la vida de las personas; esa es la prueba para nosotros".

Así, Miliband ha pedido que se tenga en cuenta que "la profundidad de esta recesión es mayor de lo que la mayoría de la gente esperaba" y que se trata de "un desafío a nuestra visión sobre los mercados financieros y a nuestros conceptos sobre como se sostiene el crecimiento económico".

Ante los paralelismos que se han establecido con Bretton Woods, que creó una nueva estructura económica y financiera internacional tras la Segunda Guerra Mundial, Miliband ha recordado que aquella conferencia "fue un proceso de muchos años, no una cosa de un día, sino un largo proceso nacido del horror de una confrontación bélica".

Amplia agenda para la cumbre

El ministro ha añadido que esta llamada al realismo no pretende rebajar las expectativas sobre la cumbre del Grupo de los Veinte países desarrollados y emergentes (G20) y ha subrayado que en la cita del 2 de abril "tenemos que asegurarnos de que tomamos las decisiones correctas para poner el mundo en un rumbo diferente".

La agenda de la cumbre será amplia -"para reflejar que no sólo vivimos una crisis financiera, sino también una crisis económica"- y el resultado final será un acuerdo en el que habrá grandes diferencias de concepto, según el jefe de la diplomacia británica. "No veo una división entre Europa y Estados Unidos", ha asegurado Miliband en referencia a los diferentes enfoques que Washington y la Unión Europea quieren dar a las posibles soluciones de la crisis.

Las discrepancias sobre si es necesario o no incrementar el endeudamiento de los Estados para inyectar más dinero a la economía y propiciar su recuperación reflejan "enfoques ligeramente diferentes", en opinión de Miliband, para quien lo importantes es que "hay una unidad real de que no nos podemos quedar mirando". "El papel de los Gobiernos es involucrarse", ha subrayado.

Un comercio "abierto y justo"

El máximo responsable del Foreign Office ha expresado su confianza en que las discusiones en el G20 sirvan para regular y supervisar mejor los mercados financieros, pero también para impulsar un comercio más abierto y justo, y cimentar el desarrollo. "Unos mercados abiertos interesan a todo el mundo", ha señalado Miliband, quien ha considerado que no se debe repetir el error de la década de los años 30 del siglo pasado cuando "las medidas proteccionistas que adoptaron individualmente los países derivaron en una recesión aún más profunda".

Por eso, la agenda del G20 "incluye asuntos relacionados con la coordinación macroeconómica, el desarrollo y el comercio, y sobre cómo construimos una recuperación basada en una economía menos contaminante, que es la única posibilidad sostenible".

Otro elemento clave para la presidencia británica del G20 es impulsar el papel y los recursos de los organismos financieros internacionales, sobre todo del Fondo Monetario Internacional (FMI). "Es muy importante que incrementemos los recursos de los organismos financieros internacionales y que encontremos vías innovadoras para que el FMI contribuya a la solución. La economía ha cambiado globalmente y las instituciones globales tienen que estar a la altura de las circunstancias", ha señalado el ministro.